Por: Constanza Valencia S. Seremi de la Mujer y Equidad de Género de la región de O´Higgins
Llegó marzo y mujeres de todo Chile nos volvemos a sumar a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, un día que nos recuerda el incendio que hace 166 años costara la vida de 146 trabajadoras de Nueva York. Y aunque todavía tenemos desafíos pendientes para acortar las brechas y avanzar en más igualdad entre hombres y mujeres, lo cierto es que estamos en un escenario mucho más favorable.
Estamos mejor que nuestras abuelas y, confiamos, nuestras nietas o sucesoras estarán todavía mejor que nosotras. A eso apuntamos al pensar, trabajar y poner el foco en las mujeres y las niñas, y en eso estamos trabajando desde el Gobierno con una agenda liderada por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.
Nuestro gobierno ha puesto las necesidades y la experiencia particular de las mujeres en el centro de la gestión, y reflejo de esto es que las políticas públicas impulsadas durante 2022, desde las obras más pequeñas a las reformas más grandes, han cuidado considerar siempre las especificidades de las mujeres; de cuidar, de trabajar, de sostener hogares, de dirigir comunidades y querer salir adelante por un futuro mejor para sus hijas e hijos. Pero también de vivir la discriminación y la violencia que se nos dirige por el solo hecho de ser mujeres.
En O´Higgins, en particular, durante 2022 pusimos especial atención a visitar cada comuna y formar y reactivar mesas de trabajo para recoger y visibilizar las principales problemáticas de las mujeres de la región e impulsamos la Agenda de Género regional, con carácter territorial y que dé respuesta a las vivencias y necesidades de todas las mujeres de nuestro diverso territorio. Todavía hay desafíos que afrontar, porque estamos conscientes de que las dificultades que enfrentamos las mujeres de la región, algunas en mayor grado que otras, persisten y son múltiples: la discriminación, las brechas salariales, el acoso sexual y la violencia de género en sus diversas formas.
Nuestra agenda y compromiso desde el 11 de marzo ha tenido el mismo horizonte y no cambiará: avanzar hacia un Chile más justo y equitativo, donde todas las mujeres, independiente de su origen o región de residencia, puedan vivir una vida digna y libre de violencia.
Como ha dicho la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana: no retrocederemos ni un milímetro en los derechos para todas las mujeres, alcanzados por las propias mujeres. Y no solo no retrocederemos, avanzaremos para garantizarles a nuestras hijas y a las hijas de nuestras hijas un país donde vivir mejor. Ese es el compromiso que hoy renovamos como gobierno y como ministerio: construir un Chile Para Todas.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.