Por: Andrés Kogan Valderrama. Sociólogo. Magíster en Comunicación y Cultura Contemporánea
La reciente polémica en el congreso de Chile, luego que el gobierno del presidente Gabriel Boric diera suma urgencia al proyecto de ley que crea el Día de la Visibilidad Lésbica, sólo muestra lo peor de ciertos sectores políticos conservadores y reaccionarios en el país, tanto de derecha como de izquierda, que pareciera que les importara en lo más mínimo la vida de miles de mujeres y de disidencias.
De ahí que si uno revisa los argumentos lesbo-odiantes de quienes pusieron el grito en el cielo, ante la sola posibilidad de que el 9 de julio sea declarado oficialmente como Día de la Visibilidad Lésbica, solo evidencia un profundo desprecio y negación, que busca justificarse a través de una retórica nacionalista y supuestamente preocupada de las necesidades del país.
Es el caso de parlamentarios con mensajes llenos de odio de no solo de varios de derecha como Camila Flores, Johannes Káiser, Gonzalo de la Carrera, Sergio Bobadilla, José Miguel Castro, Guillermo Ramírez, Cristián Araya, Miguel Ángel Becker, sino también incluso de personas de centro izquierda, que se escandalizaron por darle prioridad a algo así y por hacerlo coincidir con el Día de la Bandera de Chile.
En consecuencia, tildaron la iniciativa del gobierno de irresponsable, falta de criterio, falta de sentido común, de no conocer las prioridades de los chilenos (como la seguridad), de ser poco menos que anti-chileno y hasta un suicidio de solo proponerlo, como escribió insólitamente el sociólogo y analista político, Alfredo Joignant, a través de redes sociales.
Quizás creerán todos ellos que fue por capricho la elección del Día de la Visibilidad Lésbica, sin ni siquiera darse el mínimo tiempo de averiguar que el 9 de julio es una fecha muy simbólica para la comunidad LGBTIQ+, ya que en ese día en el año 1984 fue el asesinato a la pintora y escultora lesbiana Mónica Briones, lo que además hizo que el colectivo lésbico Ayuquelén tuviera un rol mucho más activo, transformándose con el tiempo en un día de conmemoración y de memoria.
Frente a esto, ¿en qué minuto conmemorar el día de la bandera de Chile y la visibilidad lésbica no pueden darse de manera conjunta y simultáneamente?, ¿o acaso las personas lesbianas no son chilenas por su orientación sexual y expresión de género de algunas (camionas), y tienen por tanto que seguir escondiéndose para no sufrir distintas violencias, que a muchas les cuesta sus propias vidas?
En otras palabras, solo una mentalidad lesfofóbica y violenta puede pensar que la chilenidad es sinónimo de ser cisgénero y heterosexual y que cualquier expresión que salga de esa norma y molde, debe mantenerse al margen y excluida de la sociedad, lo que es abiertamente antidemocrático y viola los derechos humanos de muchas personas.
En la misma dirección, es muy vergonzoso que aquellos que se oponen al Día de la Visibilidad Lésbica el 9 de julio, señalen que algo así no es prioritario para los chilenos y para el país, por lo que el gobierno debiera dejarlo a segundo plano y no darle la importancia que se le está dando desde el ejecutivo, preocupándose de cosas realmente relevantes.
Dicho lo anterior, aquellos que dicen que no es prioritario no sé si sabrán que el 77% de las mujeres lesbianas y bisexuales han sido discriminadas y el 47% de ellas se dañó a sí misma como consecuencia de la brutal lesbofobia existente, como bien mostró la encuesta Visibles, que dejó al descubierto una realidad que muchos no quisieran ver ni menos hacerse cargo de ella, como este grupo de parlamentarios negacionistas.
Por lo mismo, cobra mucho sentido lo señalado por la periodista y activista Erika Montecinos, integrante de la organización lesbofeminista Rompiendo el Silencio, al decir que el Día de la Visibilidad Lésbica ayuda a que muchas mujeres y disidencias dejen de seguir ocultándose, y sirve para decirle al resto de la sociedad de que se siguen asesinando y vulnerando derechos a miles de ellas todos los días del año.
Al parecer, para estos parlamentarios patrioteros todo eso no importa, haciendo un escándalo de tal magnitud en los grandes medios de información, generando que el gobierno lamentablemente decidiera quitarle la suma urgencia al proyecto de ley en cuestión, lo que es una muy mala noticia para quienes queremos un país más inclusivo, igualitario y que respete los derechos humanos.
Por último, quienes señalan que aprobar un Día de la Visibilidad Lésbica, es algo meramente identitario y particularista, usando la bandera de Chile como algo universal y de todos, solo busca universalizar la violencia, la negación y el desprecio por quienes no cumplen con un modelo hegemónico de ser y de vivir, que se presenta como algo natural y que se sigue imponiendo por la fuerza física e institucional.
Ante esto, se vuelve una necesidad seguir impulsando lo universal desde una mirada relacional y diversa en el amplio sentido de la palabra (pluriversal), en donde la empatía, el cuidado y el reconocimiento de todas las expresiones y experiencias de amor sea lo que nos una, dejando atrás miedos y temores que solo generan odio en la sociedad.
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