Por: Jorge Fuentes. Psicólogo y Director de Pranavida
Marzo, con su transición posvacacional, el retorno laboral y los gastos extras, puede convertirse en un verdadero desafío para la salud mental de los empleados. Ante este panorama, las empresas tienen una responsabilidad clara y una oportunidad única: invertir en el bienestar de su equipo desde el principio del año, particularmente durante este periodo crítico.
Y es que el estrés de marzo no es sólo una cuestión temporal; puede tener consecuencias duraderas en el rendimiento laboral y la salud emocional de los empleados si no se aborda adecuadamente.
Es por eso que las compañías deben apostar por un enfoque proactivo por parte de las empresas, que reconozca y atienda las necesidades de sus trabajadores antes de que se conviertan en problemas mayores.
Si bien es fundamental que las empresas creen un ambiente donde los empleados se sientan seguros para expresar sus preocupaciones y solicitar apoyo cuando lo necesiten y, por tanto, establezcan canales de comunicación abiertos que fomenten la cultura de empatía y comprensión, es relevante ir más allá.
Es relevante que las empresas estén dispuestas a proporcionar recursos y programas de apoyo específicamente diseñados para ayudar a los empleados a manejar el estrés, desde sesiones de mindfulness y yoga hasta asesoramiento psicológico.
Al invertir en estos recursos, las empresas no solo están demostrando su compromiso con el bienestar de sus empleados, sino también protegiendo su propia productividad y reputación. En este sentido, invitar a los empleados a participar en programas de asesoría financiera puede ser una manera efectiva de aliviar la carga que muchos sienten durante este mes. La preocupación por las finanzas puede ser un factor significativo de estrés, y proporcionar recursos para mejorar la salud financiera de los empleados no solo alivia esta presión inmediata, sino que también promueve la estabilidad a largo plazo.
No podemos subestimar el impacto positivo que tiene el apoyo empresarial en la salud mental de los empleados a largo plazo. Al priorizar el bienestar desde el principio del año, las empresas no sólo están creando un ambiente de trabajo más saludable y feliz, sino también invirtiendo en el éxito a largo plazo de su equipo y su propia organización para que sea más sostenible en el futuro.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.