Kilimo une a empresas que invierten en Seguridad Hídrica con agricultores que adoptan buenas prácticas de riego, para trabajar juntos en el uso eficiente del agua en las cuencas más estresadas del país
Cuidar el agua como recurso vital y cada vez más escaso, es uno de los mayores desafíos que deben enfrentar los países a escala global. Así nació Kilimo, una Climate Tech enfocada en aportar soluciones para gestionar un uso más seguro y eficiente de las fuentes hídricas en la agricultura. Para lograr este objetivo, Kilimo trabaja sobre Proyectos de Acción Climática con distintos ejes: Inteligencia Artificial para el monitoreo del riego, implementación de Riego Tecnificado, Proyectos de Agricultura Regenerativa y Educación a través de su Academia de Riego.
Kilimo no sólo busca eficientizar el uso de los recursos hídricos, sino que además genera pagos por servicio ecosistémico a los agricultores que se sumen y cumplan con las metas de los Proyectos de Acción Climática, que impulsa en alianzas con el mundo empresarial, junto a empresas como Coca-Cola, Microsoft, Google, Intel y otros.
¿Cómo funciona?
A partir de estos Proyectos los agricultores acceden a las distintas implementaciones de Kilimo. Particularmente en Chile, se encuentran trabajando con proyectos de Inteligencia Artificial para el monitoreo de riego y conversión de riego superficial a goteo.
Como parte de su compromiso con la sustentabilidad, la Climate Tech junto a empresas aliadas, otorga compensaciones económicas a estos agricultores, fomentando la adopción rápida de prácticas agrícolas responsables para disminuir el uso de agua para riego.
Andrea Ramos, Vicepresidenta de Adaptación Climática en Kilimo, explica que Kilimo ha creado “Un modelo único de intercambio que compensa el esfuerzo de los agricultores por gestionar mejor el agua destinada al riego de los cultivos. Los resultados van en directo beneficio de los ecosistemas ambientales locales y favorecen el trabajo conjunto con empresas que se comprometen con las comunidades, a través de la eficiencia y seguridad hídrica”.
Proyectos de Acción Climática
Además de promover el cuidado de los recursos hídricos, “Somos la primera empresa en Latinoamérica que le paga a los agricultores por generar eficiencias. Al mismo tiempo, acompañamos a las empresas comprometidas con la seguridad hídrica a alcanzar sus metas de sustentabilidad. La acción colectiva es clave para lograr la seguridad hídrica y acá lo estamos logrando”, precisó la ejecutiva.
Son 4 los pasos para sumarse a lo que Kilimo denomina “Proyectos de Acción Climática”. El primero es la adopción de nuevas tecnologías o prácticas, dependiendo del tipo de intervención, por parte de los agricultores. Una vez concretada la inducción, viene el segundo paso que consiste en crear e implementar planes de riego eficientes específicos junto al equipo de agrónomos de Kilimo. En tercer lugar, y luego una temporada agrícola de funcionamiento, se analizan los resultados del ciclo productivo. Y la cuarta etapa consiste en el reconocimiento e incentivos económicos a los agricultores por sus buenas prácticas y resultados.
Beneficios tangibles
A 10 años desde el inicio de sus operaciones, Kilimo hoy está presente en 7 países de América, entre los que se cuentan Argentina, Chile, México, Perú y Uruguay y fue premiada por el World economic Forum como uno de los 10 emprendimientos más innovadores en temas de agua.
A la fecha se han incorporado más de 2 mil agricultores a su plataforma digital de gestión del riego efectivo, logrando ahorrar más de 72.000 millones de litros de agua, sobre más de 150.000 hectáreas monitoreadas.
Son más de 44 los cultivos que participan de los proyectos, entre los que se pueden destacar cerezas, paltas, cítricos, nogales, vid, y otros extensivos como maíz, trigo, soja, entre otros.
Escasez hídrica
Según el World Resources Institute, Chile es uno de los 25 países que a nivel global enfrenta un alto nivel de estrés hídrico.
Un estudio de la Fundación Chile destaca que el 60% de la escasez de agua en el país es causada por una gestión ineficiente del recurso, sumado al aumento de la demanda. Mientras que el 44% de los problemas hídricos se deberían a fallas en la gestión y gobernanza.