Por: Adriana Muñoz. Senadora de la República por la región de Coquimbo
Uno de los temas que ha comenzado a tomar fuerza en el marco de las próximas elecciones es el de los migrantes. En diversos foros y entrevistas se ha solicitado a los candidatos pronunciarse acerca de la materia.
Ha cobrado vigencia por la creciente llegada de extranjeros a nuestro país. Asimismo, porque diversas entidades han remarcado las notorias falencias de nuestra legislación. La actual ley de extranjería data de la dictadura. Su lógica no es facilitar el tránsito de personas, sino resguardar la seguridad. En esa época todo lo foráneo era un germen de subversión y críticas al régimen.
Pues bien, en la actualidad la migración es un fenómeno muy extendido. Millones de personas en todo el mundo se trasladan de su país de origen por razones económicas, laborales, familiares y también por flagelos como enfermedades, catástrofes y guerras. Muchos chilenos fuimos acogidos solidariamente por motivos políticos en la década del ‘70 y también en los ’80, por razones económicas.
La falta de una normativa más actual y acorde a las tendencias modernas, como también la desinformación y ciertos prejuicios culturales genera en muchos desconfianza y preocupación.
Hay que terminar con mitos, como que los extranjeros vienen a quitar el trabajo a los chilenos, que se involucran en delitos o que vienen a utilizar nuestra seguridad social. La realidad es que realizan labores que nuestros compatriotas descartan; que la inmensa mayoría de los extranjeros vienen a trabajar y no cometen más ilícitos que los locales. Por último, nuestra seguridad social no es usada intensivamente.