Si bien su carrera parlamentaria comenzó en el 2011 con una designación de su partido, la UDI, para reemplazar a Alejandro García-Huidobro en el distrito 32, quien asumía la senatoría en la Región de O’Higgins, este licenciado en historia, docente e investigador ha logrado sobresalir con colores propios en la política chilena, ganando posteriormente las elecciones parlamentarias de noviembre de 2013. Hoy nuevamente va a la carrera.
Para conocer más sobre su rápida carrera parlamentaria, Poder y Liderazgo conversó en exclusiva con Issa Kort Garriga, un diputado peumino que a sus 37 años, ya cuenta con un extenso currículum en el área privada como en la pública.
Entre sus cargos anteriores destacan la gerencia de administración y finanzas de Family Office con participación en rubros agroindustrial, transporte, construcción e inmobiliario, y haber sido director regional del Consejo de la Cultura y las Artes en la Región de O’Higgins.
Difícil es conversar con Issa Kort y no abordar el proyecto de ley que más cerca del corazón le ha llegado, como el mismo señala, la Ley Joaquín
“Sin duda que el proyecto que más satisfacciones personales y el más emotivo ha sido la Ley Joaquín, la cual surgió desde el seno de la ciudad de Rancagua, al alero de un dolor tremendo de la familia de Gabriel y Leticia. Donde ellos, con la misma crudeza con que la sociedad le quitó la vida a su hijo, la convirtieron en energía positiva y la compartieron con el resto de la comunidad, pero con el ánimo de cambiar, aunque sea en algo mínimo, nuestra situación diaria. Son un tremendo ejemplo”.
“Por lo general los legisladores nos movemos por posturas, por ideas, pero aquí fue por el corazón, y eso logró alinear posiciones políticas muy diversas y avanzar en una ley que se creía intocable. Pudimos modificar el sistema de responsabilidades de los adolescentes por infracciones a la ley penal, pero más que eso, lo que logramos fue devolverle la esperanza a la gente y volver a construir confianzas en la ciudadanía”.
Pasando a la carrera parlamentaria, ¿Qué hace diferente esta campaña a la anterior?
“Cada campaña significa un nuevo desafío. Cada cuatro años la sociedad evoluciona y los requerimientos de las personas van cambiando, y también el trabajo político va cambiando. Así que no creo que exista una receta o una fórmula o que se pueda replicar lo que se hizo en la campaña anterior. Creo que cuando uno es una autoridad en ejercicio, la mejor campaña es el trabajo constante y consecuente con el ejercicio de ese cargo. Nadie puede pretender tener una campaña exitosa si en los últimos tres años como diputado en ejercicio no estuvo en contacto con la ciudadanía, no ha estado realizando el trabajo y la labor como corresponde. Más que una estrategia, mi carta de presentación es siempre el trabajo que he efectuado a conciencia”.
“¿Mi estrategia?… creo en aplicar la premisa de que los candidatos se deben adecuar a la ciudadanía, y no la ciudadanía a los candidatos”.
¿Temor a la competencia?
“No, por el contrario, creo en el trabajo en equipo, en que debemos aunar fuerzas por causas que van más allá de los colores políticos o de las legítimas aspiraciones de cada uno. Soy un convencido de que todos estamos para sumar en beneficio de la gente. Y en mi partido eso lo aplicamos a diario. Por ejemplo con Javier Macaya tenemos una dupla cohesionada y sinérgica que no solamente se asocia a los tiempos de campaña, sino que lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo”.
“Quienes me conocen saben que me gusta trabajar aunando esfuerzos. La política se hace en equipo”.
“Creo que la competencia es buena. Cuando el mercado hace que confluya la demanda con la oferta, aumenta la competencia, y con ello los beneficiados son los clientes. Bueno, en política pasa algo parecido. Lo óptimo es que la ciudadanía pueda ver y tener distintas opciones para decidir cuál es la mejor”
¿Y si la mejor opción está en la misma coalición o en la vereda del frente?
“Más que competir con gente de la coalición, nosotros nos complementamos. Y eso es justamente lo que hacemos con Javier Macaya, quien no solo es de la coalición, sino de mi propio partido, y además mi amigo”.
“Yo mismo le pedí a Javier que asumiera este desafío de trasladarse hasta el distrito 15 para que juntos hagamos un esfuerzo y podamos ser electos con una votación representativa e histórica, donde la gente nos reconozca más que por el partido, por las obras y por el estilo de hacer política”.
¿Cuenta con votos seguros?
“Los partidos ya no tienen los votos seguros. Los votos están siempre a partir de que la gente se sienta identificada y representada, y creo justamente que con Javier Macaya hacemos una dupla complementaria, trabajando con nuestros estilos de madera directa y de cara a la ciudadanía. Somos ambos diputados en ejercicio y somos ambos vecinos reales de la región de O’Higgins; ambos nacidos y criados en esta región y no todos los diputados y candidatos nuevos pueden decir lo mismo”.
“Queremos que uno más uno sea más que dos. Eso buscamos con Macaya”.
¿Esperan doblar?
“La estrategia más que doblar una lista, busca ser complementaria. Queremos que la gente decida. Vamos a trabajar a concho y con energía para que la comunidad elija el próximo 19 de noviembre”.
“Lo haremos de forma transparente, constante y consecuente con las personas. Esa es la mejor estrategia que uno puede aplicar. Hay muchas formas de difundir lo que se hace, y si bien utilizamos las redes sociales y los medios de comunicación, creo que la mejor campaña es el contacto directo con las personas, así desarrollamos la campaña, de cara a la gente”.
¿Ha sido difícil ser diputado de oposición?
“He estado en las dos caras, pero sin duda que es distinto ser diputado oficialista a ser el parlamentario de la oposición. Aunque debo reconocer que con este gobierno es fácil ser de oposición, pues bastaría con levantar temas y criticarlos, y diciendo las cosas como son, este gobierno no ha hecho bien la pega, han seguido a la perfección el manual de cómo se hacen las cosas mal”.
“La verdad es que se han caído en temas muy complejos, adoptando malas decisiones y malas reformas como la educacional, la tributaria y la laboral, han contribuido a la desconfianza de la gente, ampliando los temores de coimas. Han caído en todo lo que le hace tan mal a la política”.
“Pero aun así, yo no me quedo con esa mirada, por el contrario, cuando veo que un proyecto va en beneficio de la comunidad, mi voto y mi apoyo ahí está, como lo fue con la Universidad de O’Higgins, con la agenda energética y con varias otras iniciativas, donde he apoyado al gobierno actual”.
“Tenemos que ser diputados que realmente estemos para servir a la comunidad, votando y respaldando ideas, proyectos e iniciativas, que si son buenas, no importa de donde vengan. Así se contribuye a derribar las barreras ideológicas, aunque sé que desde la izquierda no siempre están dispuestos a ello, y no dan su voto cuando una buena idea no viene de su sector. Eso habla de la falta de democracia y de respeto a la ciudadanía, que es la que nos coloca en los cargos de representación popular”.
“No es mejor ni peor ser diputado oficialista o de oposición, sino que es un deber ser un buen diputado”.
Si el voto se basa en el trabajo, las cartas están entonces tiradas, y el próximo 19 de noviembre sabremos si la dupla logró el efecto que esperaba. Y si no se basa en el trabajo, aun hay tiempo para seguir la campaña que como dice el diputado Issa Kort “es de cara a la gente”.