Mientras el Gobierno y municipio parecen entrar en un diálogo de sordos. Intendente Díaz decretó el cierre del Basural de La Chimba, pero desde la casa consistorial insisten en disponer los residuos en un vertedero que funciona hace más de 5 décadas, impactando la calidad de vida de los habitantes de una de las urbes más importantes del país, mientras el Centro de Tratamiento Chaqueta Blanca, construido en su totalidad, no cuenta con autorización municipal para entrar en operación
Más de 10 años, incluso 13, se puede decir que viene en la palestra pública y discusión el saneamiento sanitario de Antofagasta. Desde la época del alcalde Daniel Adaro, cuando se hablaba de un “Centro de Manejo de Residuos de Antofagasta”, el que quedaría ubicado en el kilómetro 12 del sector Salar del Carmen.
El ex edil hizo varios intentos por definitivamente ordenar el tema de la basura en Antofagasta, sin los resultados esperados. Incluso, recibió millonarias multas por el Basural La Chimba.
Es más el año 2005, mediante la resolución Nº1447, la seremi de Salud instauró como plazo máximo para el cierre del basural municipal el 30 de abril del 2009… sin duda esto no ocurrió.
Luego, la alcaldesa Marcela Hernando, con un bagaje como seremi de Salud, directora del Servicio de Salud e Intendenta, trató de abordar esta situación, pidiendo prórrogas para evitar el cierre del basural La Chimba, contratando expertos en el tema, para atender lo que en la época se definía como abandono y readecuación definitiva del vertedero.
Un problema que heredó la actual alcaldesa Karen Rojo, quien en sus dos gestiones pareciera que está a punto de solucionar un problema de ciudad como es la situación que presenta el basural La Chimba, con una forma casi amateur en pleno siglo XXI de tratar a basura, quemas de basura, improvisación, entre otros factores.
Todo esto, mientras el elefante blanco de “Chaqueta Blanca” espera recibir el primer camión de basura. Incluso, la propia alcaldesa Karen Rojo en entrevista con este medio vaticinaba que en septiembre de 2018 éste entraría en operaciones. Desde entonces han pasado cuatro meses y todo sigue prácticamente igual al 2005.
Un tema álgido que ha llevado en estos últimos meses a formarse prácticamente dos trincheras: en una el Gobierno Regional, y por la otra, la Municipalidad de Antofagasta… Entremedio, la ciudadanía con la basura prácticamente en el cuello.
Un nuevo cierre
Tal vez este tema llegó a un punto de inflexión y tensión máxima cuando, el Gobierno Regional, encabezado por el intendente Marco Antonio Díaz decretó –vía Seremi de Salud- cierre del basural La Chimba, medida materializada el viernes 18 de enero de este año, pero ese mismo día desde la Municipalidad dejaron en claro que desoirían esa medida, lo que cumplió al píe de la letra, con el arribo de camiones hasta ese lugar.
Por ello, desde el Gobierno ya avisaron que se vendrá una fiscalización –a cargo de la Seremi de Salud-, que implicaría medidas sanitarias que contemplan prohibición de funcionamiento, clausura, multas y sumarios.
Todo esto, pese a que el nuevo centro de tratamiento de residuos sólidos domiciliarios y asimilables, a cargo de Santa Marta, recibió los permisos gubernamentales necesarios para su operación; no así de la Dirección de Obras Municipales, que aduce que faltan papeles para poner en marcha su funcionamiento.
Sin duda, esto deja mal posesionada a la alcaldesa Karen Rojo, que no puede sumar a su gestión la solución histórica al problema de la basura en Antofagasta; mientras que el intendente Marco Antonio Díaz cuenta con el respaldo de La Moneda para avanzar y destrabar el proyecto.
Por ello, no fue casualidad que el Presidente Sebastián Piñera en su visita del 17 de enero, cuando habló del “cierre del vertedero de La Chimba y la apertura del vertedero Chaleco Blanco, que ustedes saben que hemos hecho todo… Chaqueta Blanca, Chaqueta Blanca. Sabe, le vamos a cambiar el nombre, le vamos a poner “Chaleco Blanco”, ¿sabe por qué? En homenaje al Chaleco López que ganó, cierto, el Dakar”.
Para el Gobierno, el Relleno Sanitario “Chaqueta Blanca” está ambientalmente apto para iniciar operaciones, lo que choca con la posición de la Dirección de Obras Municipales que insiste en que aún no es viable su apertura porque faltan obras por desarrollar.
El Gobierno Regional, a través del Intendente ha dicho que “nos corresponde coordinar con la empresa y la Municipalidad el inicio de operaciones del centro de tratamiento y disposición final de residuos sólidos domiciliaros y asimilables a domiciliarios Chaqueta Blanca, y conjuntamente, supervigilar y fiscalizar el plan de cierre del vertedero la Chimba, terminando así con un foco de Contaminación importante”.
Contrato Municipal
Pero esto choca con los argumentos edilicios, pues precisan que “la Municipalidad de Antofagasta no ha entregado fecha para el funcionamiento del Centro de Tratamiento y Disposición Final de Residuos Sólidos Domiciliarios de Chaqueta Blanca y su eventual apertura, dado que la empresa Santa Marta no ha cumplido con todas las obligaciones establecidas en el Contrato suscrito con la Municipalidad”.
Además, para que “pueda entrar en operaciones, es necesario que la empresa Santa Marta cumpla con todas las obligaciones constructivas, sanitarias, medioambientales, hidráulicas, viales, entre otras, no bastando únicamente para la puesta en marcha las autorizaciones sanitarias como pareciera darse a entender”.
Incluso, sus críticas han tenido nombre y apellido: Marco Antonio Díaz, intendente de la Región de Antofagasta. Este último, insiste que el problema no es Chaqueta Blanca, sino que el vertedero La Chimba.
Al respecto, la empresa resalta que “desde que asumimos el proyecto hemos desarrollado un trabajo serio y profesional, pero por sobre todo consciente de la importancia que implica una iniciativa con amplio respaldo de la comunidad antofagastina”, agregando que “El Centro de Tratamiento que se encuentra construido, satisface plenamente las exigencias del contrato, cumple con los requerimientos que en general se exigen para este tipo de obras y cumple con la Resolución de Calificación Ambiental y con el Decreto Supremo N° 189/2005”.
No Más Quemas
El 17 de abril de 2015 fue una fecha que la comunidad celebró… y como no, pues se daba a conocer por los diversos medios de comunicación que la Municipalidad adjudicaba a la empresa Consorcio Santa Marta el diseño, construcción y operación del Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Domiciliarios y Asimilables para la comuna. Este hecho, fue visto con alegría especialmente por los vecinos del sector norte, quienes por años han debido convivir con los impactos que genera a diario el basural de La Chimba. Quemas ilegales, malos olores y vectores, entre otros factores que atentan contra su calidad de vida y su salud.
El movimiento ciudadano “No Más Quemas”, que desde el 2013 viene denunciando a las diversas autoridades los impactos negativos que viven a diario los vecinos, no entienden las razones esgrimidas por el municipio para seguir disponiendo la basura en La Chimba.
El vocero de la agrupación, Víctor Silva, declaró al respecto que “No entendemos la actitud beligerante que existe por parte del Municipio de no abrir el relleno sanitario, eso nos desconcierta. Innumerables veces ha tenido la misma intención de abrir Chaqueta Blanca. Pero el problema de fondo es que quien tenga la voluntad de abrir Chaqueta Blanca, debe demostrárselo a la comunidad. Pedimos al municipio que demuestre esa voluntad y que entregue los permisos correspondientes”. Silva agrega que “los vecinos siguen pensando que la zona ha sido postergada, sin tener los mismos beneficios que otros en el lado sur. Esto es un espectáculo vergonzoso”.
Sindicato de Recolectores
En el vertedero de La Chimba por décadas un grupo de personas ha trabajado silenciosamente en el reciclaje y recuperación de residuos. En medio de camiones, perros y gaviotas, cientos de hombres y mujeres, agrupados en el Sindicato de Recolectores de la Chimba, a diario obtienen su sustento económico con escazas medidas de seguridad y salubridad. Por lo mismo, el cierre del basural y la entrada en operación de Chaqueta Blanca significa un cambio radical en sus vidas, pues ellos se harán cargo de la Planta de Reciclaje del nuevo Centro de Tratamiento.
“Hoy trabajamos de manera indigna, en el piso, recolectando desde el suelo cuando los camiones botan las cosas. Si bien hemos trabajado por años así, con Chaqueta Blanca nuestro trabajo mejorará notablemente. Por eso, nuestra gente está entusiasmada, porque nos darán medidas de seguridad, nos organizarán para trabajar como equipo y en grupos”, resaltó Francisco Figueroa, presidente del Sindicato.
Antofagasta es una de la ciudades chilenas con mayor impacto ambiental negativo producto de la actividad minera e industrial y por lo mismo, cada cierto tiempo, surgen voces criticando el abandono de la zona y actuar de las autoridades. Hoy, la Perla del Norte tiene la oportunidad de dar un paso trascendental, pero básico, en materia de gestión ambiental, por lo que cuesta comprender que una solución concreta al tratamiento y disposición de basura sea tan compleja de abordar y solucionar por las autoridades a lo largo de los años.
El transitar del Centro de Tratamiento de residuos sólidos domiciliarios Chaqueta Blanca de Antofagasta ha sido lento, lleno de incertidumbres y malos ratos para la comunidad de Antofagasta; de gallitos políticos permanentes entre las autoridades comunales y regionales; de traspiés técnicos y administrativos que una y otra vez han retrasado su entrada en operación, mientras la basura, generada por casi 400 mil habitantes, sigue acumulándose en medio de la ciudad.