Por: Marco Berdichevsky. Vicepresidente de Recursos Humanos en Finning Sudamérica
Se aproxima diciembre, mes de festejos y tradiciones y también en el que se espera esté listo el reglamento que hará entrar en vigencia la recién promulgada Ley de Inclusión Laboral 21.015, que entre otras cosas exige la reserva del 1% de empleos para personas en situación de discapacidad, en empresas públicas y privadas con 100 o más trabajadores.
La inclusión de personas con alguna discapacidad intelectual o física ha sido parte de la política empresarial de Finning y así consta de manera explícita en su declaración de principios. “Estamos comprometidos con la diversidad, con la creación y el mantenimiento de una fuerza de trabajo diversa e inclusiva, y como empleador que cree en la igualdad de oportunidades fomentamos las solicitudes de trabajo de todas las personas calificadas…”, plantea la política, que ha tenido un impacto muy positivo para la compañía desde los puntos de vista humano y productivo.
Desde una perspectiva de negocios, los principales beneficios en términos corporativos se observan en una positiva imagen de la empresa y el incremento de la productividad. Pero esto no es todo, pues al interior de la empresa se han registrado importantes mejoras en el clima laboral, y se ha generado un compromiso mayor con los valores que ayudan a aceptar la diversidad.
Convencidos de su importancia y entendiendo que las personas con discapacidad son también sujetos de derechos, abordamos el tema rompiendo antes que nada con la idea de quienes creen que la inclusión es una acción de beneficencia. Por ello, ya en 2005 estábamos trabajando en la integración laboral de personas con discapacidad. En esa oportunidad definimos que para Finning es primordial e indispensable para el éxito y crecimiento vincularse responsable y participativamente con aquellas comunidades en las que desarrolla sus negocios. Esto implica el compromiso de la empresa por incorporar, desarrollar y mantener personas íntegras, para lo que promueve la diversidad trabajando por identificar y eliminar todo tipo de discriminación.
Así nace la iniciativa de incorporar a personas con discapacidad, y para ello Finning cuenta -desde entonces- con instalaciones adaptadas para que cualquier persona acceda a ellas (contempla, por ejemplo, con rampas y baños especiales).
Pero como también nos importa lo que ocurre en nuestra comunidad, por ejemplo con los niños con necesidades educativas especiales, es que, junto a nuestros trabajadores, hemos apoyado en Concepción a la Escuela Especial Chile – España a la que asisten 120 menores. En Santiago, en tanto, somos desde hace un buen tiempo, clientes de “La Burbuja”, una lavandería dependiente de la fundación Cerro Navia Joven que lleva más de 23 años trabajando todas las formas de inclusión social de la comuna.
En base a nuestra experiencia adquirida a lo largo de los años, creemos relevante que las empresas se abran a la posibilidad de integrar trabajadores con diferentes niveles de discapacidad, pues estamos convencidos que la diversidad es la fuente de creatividad e innovación que agrega valor a las compañías, convirtiéndose en una enorme ventaja competitiva en el mundo de los negocios.
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