Por: Jairo Ochoa, Gerente Senior Empresas de Samsung Electronics Chile

Recientemente el evento Digital Bank llegó a Santiago reuniendo a los principales actores de la industria y a destacados desarrolladores tecnológicos, tanto de Chile como del extranjero.

Con ello, se demuestra una vez más que existe un ecosistema en la región que está preocupándose de dar respuesta a las necesidades tecnológicas que tiene la industria financiera y que está al tanto de las tendencias que se viven globalmente.

Un camino que sería el correcto y que se aprecia en el cambio e innovación en formas de pago como los pagos móviles. De hecho como ejemplo, la solución Samsung Pay ya ha realizado más de 100 millones de transacciones a nivel global durante un año. Consolidando un tipo de pago  que, según la consultora IDC, sería tendencia a futuro en Chile, puesto que permite a la banca ser más eficientes en su negocio.

Este cambio de paradigma se debe a que actualmente no es extraño ver a las personas cada vez más cerca de su banca a través de su Smartphone, un dispositivo donde se han canalizado muchos de los avances del sector.

En ese sentido, es fundamental entender que ejes estratégicos como la seguridad, deben ser nuestra especial preocupación al entregar robustez al negocio. Esto, con innovación tecnológica como la biometría, la que entrega nuevos patrones de seguridad como reconocimiento facial y escáner de iris y que es prioridad para un sector como el financiero. De hecho, según la consultora ABI Research, el mercado de la seguridad biométrica en el mundo, alcanzará los 30 mil millones de dólares en 2021, y crecerá 118% con respecto a 2015.

Este paso que vemos como algo natural, es un gran cambio tanto para las personas que trabajan en esta área y viven la movilidad, como para los mismos clientes. Y sin ir más lejos, la utilidad de la tecnología en el sector es clara: captar clientes, gestión de banca móvil, autoatención en sucursales y pagos móviles, son sólo algunas de ellas.

Cada paso es significativo y hoy podemos decir que la banca mira a las tecnologías con interés y con una cuota de confianza, pero sin duda es posible acelerar un camino hacia una banca digital si como ecosistema nos proponemos un trabajo conjunto de innovación y seguridad y colaboración entre partners, instituciones y empresas.

Esperemos que en el corto plazo el ecosistema chileno se vuelva más robusto y estas tecnologías estén a la mano de una industria tradicional que hoy se desarrolla dentro de la Transformación Digital con grandes desafíos desde el lado de la tecnología. Pero asimismo, también desde los colaboradores y usuarios que son en muchos casos nativos digitales y requieren de soluciones rápidas, seguras y ágiles.

El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.