Iniciativa impulsada por las subsecretarías de Telecomunicaciones y de Educación busca contribuir con la disminución de la brecha digital y proveer de conectividad de alta capacidad a los establecimientos educacionales a lo largo del país
La transformación digital tuvo que acelerarse abruptamente luego de la pandemia, ya que las clases online, el teletrabajo e incluso trámites de todo tipo, llegaron para quedarse. Fue así que las subsecretarías de Telecomunicaciones y de Educación, impulsaron el proyecto “Conectividad para la Educación 2030”.
El proyecto total considera que un universo de 8.352 establecimientos educacionales del país que reciben aportes del Estado tenga Internet gratuito y de alta velocidad. De las 70 zonas que se definieron para realizar este concurso público, 54 fueron adjudicadas a nueve concesionarias que realizaron ofertas, entre ellas se encuentran GTD Manquehue, VTR, Telefónica y algunas medianas empresas como Electronet e Ingbell. Esta última se adjudicó 5 zonas del total y fue la primera en llegar con este beneficio a 643 colegios asignados en la región Metropolitana, O´Higgins y Maule, muchos de ellos ubicados en localidades alejadas y de difícil acceso.
En todos los casos lo hicieron con fibra óptica de última tecnología para que alumnas y alumnos de 214 establecimientos educacionales de la región de O´Higgins, ubicados en las comunas de Chimbarongo, Coinco, Coltauco, Doñihue, Malloa, Nancagua, Placilla, Quinta de Tilcoco, Rengo, Requínoa y San Fernando, recibieran este beneficio. En el caso de la región del Maule, lo hicieron en 252 colegios de las comunas de Maule, Pelarco, Pencahue, San Clemente, San Javier, San Rafael y Talca.
Rodrigo Marchant, gerente general de Ingbell, comenta que “Desde el comienzo nuestro equipo -que cuenta con amplia experiencia en la industria de telefonía e internet- vio este desafío como una oportunidad de democratizar la conexión de alta calidad a la web y es por esto que quisimos llegar a todas las localidades con fibra óptica y ya estamos presentes en cada una de las que nos asignaron”. Asimismo, recalca: “El 80% de los sectores que se nos adjudicaron están en lugares alejados y rurales, muchos de ellos nunca antes habían tenido Internet y esto, sin duda, les cambia la vida tanto a las niñas y niños como a sus familias y a los profesores”.
En una segunda etapa, la meta de Ingbell es llegar a la última milla de las comunas que más lo necesitan. Se trata de “un esfuerzo público-privado muy valioso y visionario, para que cada alumno o alumna matriculada en los establecimientos acogidos al programa del Estado reciba Internet de alta velocidad. Sin duda se trata de una iniciativa que nos motiva y es un ejemplo de que cuando las entidades del Estado y particulares tienen voluntad y existen acuerdos, se pueden llevar con éxito estos proyectos adelante”, destaca Marchant.
“Conectividad para la Educación 2030” beneficiará a 3 millones de niñas, niños y jóvenes
Mejorar la conectividad digital de unos 10.000 establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado a lo largo de todo el país es el gran objetivo de este programa, beneficiando así a unos 3.200.000 de estudiantes. En esta línea, dicha iniciativa además de conectar con Internet a muchos niños y jóvenes por primera vez, irá incrementando gradualmente las velocidades de conexión de todos los establecimientos contemplados al término del período de obligatoriedad de las bases (2029).