Jorgue Jaraquemada planteó que “Podríamos formar una mesa de trabajo y avanzar en medidas concretas”, para dar una respuesta sustentable y más integral a la crisis de confianza
Durante el desarrollo de un encuentro virtual, que reunió a los principales representantes del Tribunal Constitucional (TC), la Contraloría General de la República (CGR), el Ministerio Público y la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), el presidente del CPLT, Jorge Jaraquemada, planteó retomar la agenda anticorrupción y establecer una alianza entre instituciones claves para el sistema democrático con el fin de reconstruir las confianzas.
De esta forma, Jaraquemada planteó que “Podríamos formar una mesa de trabajo y avanzar en medidas concretas”, en función de la necesidad que identificaron los intervinientes de dar una respuesta sustentable y más integral a la crisis de confianza.
Ante este diagnóstico, el titular de Transparencia propuso usar como base los contenidos del “Acuerdo Nacional para la Integridad Pública y Anticorrupción” –documento que esta institución socializó en mayo del año pasado con algunas de las autoridades presentes en la cita y con el Ejecutivo-. “Podríamos iniciar una conversación que permita formular nuevos planteamientos en función de blindar la confianza ciudadana, tan necesaria para el fortalecimiento de las instituciones y de la democracia”, espetó.
El Fiscal Nacional, Jorge Abbott, se manifestó abierto a aceptar esta invitación ante lo que considera una preocupación transversal: “La instancia que nos llama a tener el presidente del Consejo para la Transparencia, esta mesa, es de gran relevancia”. Agregando que “entre las agencias del Estado no deberíamos tener los roces que tenemos con alguna frecuencia, con otras agencias del Estado que también tienen el ejercicio en materia de la acción penal”. A partir de esta afirmación recordó algunas de las disputas públicas con entidades como el Servicio de Impuestos internos (SII) y la Fiscalía Nacional Económica (FN), ante hechos “extraordinariamente graves”. A su juicio, esto genera “una sensación de inequidad, de tratamiento distinto para personas que están cerca del poder o que tienen muchos recursos. Aquí hay un desafío para todas las instituciones”, dijo.
El Fiscal mencionó la carta que el Contralor y el presidente del Consejo para la Transparencia suscribieron hace algunas semanas llamando a generar confianzas, “es muy motivante para todos los órganos del Estado y para la sociedad en su conjunto, para la sociedad civil y dentro de ella para los medios de comunicación”. Para Abbott “son elementos que deberíamos tomar en consideración todas las instituciones para recuperar las confianzas, que es fundamental para el funcionamiento de un Estado democrático”.
En tanto, la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Luisa Brahm, sostuvo respecto de la crisis de confianza que: “es unánime que existe y que se agravó con la crisis” asociada a la pandemia por Covid-19. Lo anterior dado que, a juicio de la representante del TC “aumentó la incertidumbre, las personas han descendido en sus seguridades económicas y sociales, viven momentos dolorosos, han perdido los trabajos, y creo que el Estado debe responder a eso y un mínimo común respecto de esa respuesta de cómo se entrega, se pide, se hace, es la transparencia”. Agregó que “mayor transparencia permite resultados que obligan a cada institución a hacer lo que le corresponde, a hacerlo bien, a hacerlo oportunamente, es un dar cuenta permanentemente e inhibe la corrupción”.
Respecto de este fenómeno fue enfática en señalar que “La corrupción mata, igual que el Covid-19 y la primera víctima es la confianza ciudadana”.Brahm agregó que lo que parece responsable en un contexto de pandemia es “avanzar en medidas concretas y de aplicación inmediata” y respecto del rol que desempeña la institución que encabeza así como de todas las entidades apuntó a la necesidad de “actuar con sensatez y moderación”, con apertura a cambios en las reglas para reforzar los roles de las instituciones y no para debilitarlas.
El Contralor General de la República, Jorge Bermúdez, destacó entre los elementos que marcan el camino en el que se debería avanzar ante un contexto que exige respuestas es “hablar de un sistema de integridad”, “tenemos que estar mancomunadamente en este sistema de integridad, ya no del Estado sino de la sociedad chilena”. En este sistema anticorrupción, afirmó el Contralor, deben estar presentes las entidades públicas “pero cada institución también, en sí misma, debe tener su propio sistema” y enfatizó en el rol que le cabe al mundo privado, porque a su juicio “para bailar el tango se necesitan dos y para hechos corruptos también se necesitan dos”.
En representación del sector empresarial, el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, planteó como eje central de su intervención la tentación de muchas entidades a replicar lo que se configura como la demanda ciudadanía, sin procesarla y sin acciones que sean sustentables en el tiempo, lo que ayuda a incrementar la desconfianza a partir de la emergencia de la frustración. “La tentación de resolver el problema de confianza y de resolver el problema de desconexión de las elites con la ciudadanía por la vía de una conexión reactiva, inmediatista con el sentido común, me parece que es el peor camino para restaurar confianzas”, dijo el representante del mundo privado.
Para Larraín el momento de las señales se da en el corto plazo: “La respuesta es mucho más desafiante y compleja que la simplicidad de simplemente empatizar con la lógica de un país que supuestamente reina la corrupción y donde supuestamente está segmentado entre buenos y malos o entre abusadores y abusados”. “Las acciones que tomemos estos días, estos meses, estos años de profunda crisis económica y social van a ser más relevantes que las reformas estructurales que se emprendan en el Parlamento”.