Abogada y socia del área corporativa de Apparcel Uriarte Abogados analiza la participación de las mujeres en altos cargos directivos, las brechas y desafíos existentes en esta realidad
La participación de mujeres en los gobiernos corporativos a nivel local llegó a 14,7% al cierre de 2022 y va en aumento, pero aún por debajo del promedio OCDE que llega a un 30%. “Al ser un tema reciente, las mujeres en altos cargos tienen el desafío de ser mentoras e inspiradoras para otras mujeres”, dice Consuelo Mackenna, socia del área corporativa de Apparcel Uriarte Abogados.
Varias son las empresas que han dado más cabida a las mujeres en sus cargos de poder, incluso llegando a los directorios. De hecho, según el Cuarto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, elaborado por los ministerios de Hacienda y Economía, la Fundación ChileMujeres y la Organización Internacional del Trabajo, la participación de mujeres en los gobiernos corporativos a nivel local llegó a 14,7% al cierre de 2022. Sin embargo, está por debajo del promedio de 30% que registra la OCDE.
Consuelo Mackenna Leighton, socia del área corporativa de Apparcel Uriarte Abogados, afirma que “si bien no es el remedio para alcanzar mayor la igualdad de oportunidades desde una perspectiva laboral entre hombres y mujeres, la llegada de mujeres a directorios sí viene a forzar que mujeres igualmente capacitadas e incluso con habilidades propias de su género puedan sentarse en la mesa y tomar decisiones empresariales. Vemos con muy buenos ojos especialmente el hecho que sea un tema relevante que la mayoría de las empresas están poniendo sobre la mesa”.
Para Mackenna, la paridad de género permite que exista una representación más equitativa de la sociedad en estas empresas. “Si el mundo prácticamente está compuesto mitad y mitad por hombres y mujeres, ¿por qué es que existe actualmente esta subrepresentación en la alta administración de las empresas? Además, parte importante de la ocupación laboral en Chile recae en las mujeres”, dice la abogada.
En ese sentido, “ver a mujeres ocupando roles de liderazgo, es una inspiración para seguir derribando los estereotipos de género; incluso hay estudios que señalan que la diversidad de género en los directorios conlleva mejor rendimiento empresarial, mejores retornos, mejor gestión de riesgo y mayor innovación, ya que al aportar un enfoque distinto, se toman mejores decisiones, se ayuda a evitar pesos y se abre el abanico de soluciones a determinados problemas. Además, somos consumidoras en la mayoría de las economías del mundo, por lo tanto, tener a mujeres en la mesa permite a las empresas una mejor comprensión de las necesidades de los respectivos mercados”.
Paridad de género en los directorios y alta administración
En noviembre de 2022, ingresó al Parlamento el proyecto de ley “Más Mujeres en Directorios”, impulsado por los ministerios de Economía, Fomento y Turismo, de Hacienda y de la Mujer y Equidad de Género. Este proyecto propone aumentar gradualmente la participación de mujeres en directorios de sociedades anónimas abiertas y especiales a través del requerimiento de un umbral de 40% al sexto año de publicada la ley. Su diseño advierte que mujeres y hombres pueden tener los mismos talentos y aportar significativamente al desarrollo de las organizaciones y del país, y que es necesario promover mediante medidas afirmativas la igualdad, la diversidad y profundizar la garantía de derechos y la democracia.
“Promover la paridad de género en los directorios y alta administración va en línea con promover entornos laborales más inclusivos, dentro del amplio espectro de inclusión que hoy conocemos. Las empresas quieren ser reconocidas como buenos lugares para trabajar, buscan atraer y retener talento, por lo tanto, aquellas comprometidas con la diversidad de género, la igualdad de oportunidades y el desarrollo profesional de sus empleados, probablemente tengan un equipo conformado por talentos sumamente calificados”, comenta la abogada de Apparcel Uriarte.
Según el Reporte OCEC 2022 (Observatorio del Contexto Económico), las mujeres en Chile perciben ingresos 21,7% inferiores a los hombres, brecha que disminuye a 18,8% en los empleos formales y se eleva al 30,1% en los informales. “Para fomentar un ambiente inclusivo y equitativo, las empresas deben trabajar en disminuir las brechas salariales; es más, incluso eliminar el género como consideración, habiendo dos personas igualmente competentes, el género no debiera incidir. Asimismo, es importante que las empresas establezcan mecanismos para conciliar el trabajo con la familia, ya que este es un impedimento importante para muchas mujeres a la hora de asumir mayores responsabilidades laborales”, asevera Mackenna.
Por último, la profesional comenta que hay desafíos que se deben enfrentar. “Los sesgos y estereotipos que el mundo empresarial pudiera tener respecto de mujeres en altos cargos no va a desaparecer completamente aun habiendo paridad, pero la idea es seguir impulsando el rol de las mujeres y así validar sus competencias y liderazgo. También, al ser un tema relativamente reciente, puede suceder que existan pocas referentes. Es por eso que el desafío crece aún más, ya que la mujer también deberá cumplir un rol de mentora e inspiradora para otras mujeres”, cierra la abogada.