Tras dejar la agricultura dio vida a “Los Fundos”, un emprendimiento apoyado por INDAP a través del Programa de Fortalecimiento Caprino Lechero
¡Él ama su trabajo! Eso es seguramente lo que piensa la mayoría de la gente que oye a David Pastén contar su historia como productor caprino. Su camino comenzó tras un traspié y terminó siendo una de las mejores cosas que le ha pasado.
Hace 6 años, como toda su familia, se dedicaba al rubro agrícola, principalmente a la siembra y venta de papas en el sector de Altovalsol en la comuna de La Serena. Dicho cultivo era el más producido en la zona, por lo que su comercialización y competencia era extensa, convirtiéndose esa en la razón que lo llevó a tener problemas importantes en las ventas.
Sin embargo, con el tiempo todo pasó a ser una anécdota y por eso cuenta entre risas el usuario del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) que “es fascinante incluso como veo las cosas ahora: de perder todo pasé a descubrir una pasión en mi vida. En ese tiempo me acordé que las cabras han sido el sustento del hombre por millones de años y por eso con la poca plata que me quedaba compré un pequeño ganado, pero al mes ya quería venderlas porque era muy distinto a lo que yo estaba acostumbrado. Nadie me las quiso comprar y ahí me dije que había que tirar p’arriba y comencé a estudiar del tema”.
Es inevitable no notar en sus ojos y voz que su labor actual es su real motivación. ¿Y cómo no? Actualmente es su sustento y las cabras que posee son parte de su familia, las que día a día le entregan leche para elaborar queso, el que es reconocido en el sector y distribuido a distintas comunas del país.
La venta la realiza en su emprendimiento llamado Los Fundos, nombre que le dio en honor a sus padres. “Mi papá se llama Segundo, pero cuando pequeño mi hijo no podía decir bien su nombre y le decía Fundo, y atribuyéndome de eso incluí a mi mamá y así quedó como Los Fundos”, revive.
El apoyo de INDAP
Y el destino seguía teniéndole preparadas cosas buenas. Así lo describe Pastén y recuerda el día en que un ejecutivo de INDAP lo visitó hace algunos años. “Vino a verme y le gustó como trabajaba y me dijo que me iba a incorporar al Programa de Fortalecimiento Caprino Lechero (también conocido como Plan Caprino) y eso para mí fue excelente, postulé a una máquina de ordeña de cuatro puntos y la construcción de una tarima y las obtuve, y ahora las uso todos los días. Antes sacaba a mano la leche y me demoraba tres horas y con esto como 40 minutos. Estoy agradecida de Dios primero y después del INDAP”, cuenta.
El acompañamiento del servicio del agro ha sido fundamental para el crecimiento del emprendedor. “Desde el día uno de nuestra administración hemos trabajado fuertemente por el desarrollo de las productoras y productores caprinos de la región de Coquimbo, y eso lo notamos en la historia de David Pastén, quien ha sabido aprovechar cada uno de los apoyos que le hemos otorgado, desde proyectos de inversión hasta la asesoría especializada que ha recibido. Además, se suma una gira a Santiago de Querétaro en México de la cual participó y de la que nos ha contado ha sacado muchas ideas para innovar y continuar potenciando su emprendimiento”, indica la Directora Regional (S) de INDAP, Tonya Romero.
Justamente fue en dicha gira donde surgió una meta a la que pronto quiere llegar: Elaborar queso de cabra untable, un proyecto que lo tiene entusiasmado desde que vio el positivo recibimiento que tenía en el país norteamericano.
Agricultura Familiar Campesina
El Seremi de Agricultura, Christian Álvarez, hace hincapié en que “el mandato que nos ha entregado el Presidente Gabriel Boric es otorgar la ayuda necesaria para que la Agricultura Familiar Campesina e Indígena se siga desarrollando lo más óptimamente posible pese a los distintos factores climáticos que puedan afectar su trabajo. Hemos visto en la historia de David Pastén que lo anterior se ha cumplido muy bien, ya que los distintos apoyos que ha recibido de parte de INDAP le han permitido llevar a cabo una producción caprina más eficiente en términos de sostenibilidad y claro, de la calidad e inocuidad de sus quesos”.
El manejo del ganado es estabulado y los 125 animales que posee son alimentados mayoritariamente con la alfalfa que produce en su predio bajo prácticas sustentables. Además, les entrega “cariño, ese es el secreto y así las cabras siempre van a retribuir de buena manera”, afirma la autoridad regional del agro.