Por: José Luis Saffirio C. Presidente Cámara Chilena de la Construcción Rancagua
A los chilenos nos va mejor cuando trabajamos en equipo. Cuando los talentos naturales y las motivaciones personales las ponemos en servicio de un bien superior.
El fútbol nos ha dado un buen ejemplo: cuando se impone el individualismo, la unidad se diluye en grupos cerrados y se acentúan las divisiones, todos perdemos; cuando esas mismas personas comparten un objetivo, confían en el otro para alcanzarlo y dan lo mejor de sí, todos ganamos.
Como país también tenemos un gran objetivo común. Porque desde la vereda que se le mire, no debe haber nadie que no comparta un mismo sueño-país: que todos los nacidos en esta tierra y aquellos que la han elegido como su segunda patria tengan las mismas oportunidades para hacer realidad sus proyectos de vida, para progresar y vivir mejor. Así es como entendemos el desarrollo.
¿Se puede? Seguro que sí. Se necesita convicción personal, voluntad de querer avanzar por este camino, valentía para superar los obstáculos y volver a creer y a confiar. En nosotros y en los demás.
Por lo anterior, proponemos acordar una agenda pro crecimiento; crear el consejo nacional de infraestructura; potenciar el rol del Estado en la gestión de la infraestructura pública; definir “estándares mínimos” para nuestras ciudades; crear un nuevo sistema de planificación urbana; promover la vivienda como instrumento de movilidad social; impulsar el desarrollo regional; implementar políticas laborales inclusivas; modernizar la gestión del Estado; profundizar la cobertura y gestión digital.
En el ámbito vivienda y ciudad se requiere garantizar la certeza jurídica de los proyectos inmobiliarios; velar por el buen uso de mecanismos legales de planificación; simplificar sistema tributario asociado a la venta de viviendas; conciliar desarrollo urbano con servicios sanitarios; perfeccionar la ley de aportes al espacio público; impedir la competencia desleal entre Estado y empresas inmobiliarias; asegurar la continuidad del proyecto DOM en línea y mejorar la focalización del gasto público en vivienda.
Y se debe modernizar la institucionalidad para el desarrollo de infraestructura pública; mejorar la calidad de los proyectos; impulsar procesos tempranos de participación ciudadana; materializar mejoramientos normativos; modernizar la contratación pública; velar por el cumplimiento del plan BIM Construye 2025; ampliar las competencias del tribunal de contratación pública y adecuar la metodología de evaluación social de proyectos.
Como gremio de los empresarios de la construcción nos sentimos llamados a contribuir a estos objetivos. Así lo hemos hecho siempre y así lo seguiremos haciendo: privilegiando aquello que nos une como sociedad, mirando hacia el futuro y con propuestas inspiradas en el bien común.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.