El parlamentario socialista por la región de O’Higgins plantea que existen otros contaminantes en la zona que no están siendo considerados por la Superintendencia de Medio Ambiente

Tras la renuncia del vicepresidente Enap, Gonzalo De la Carrera, en el marco de la crisis ambiental que afecta la comuna de Quintero, el diputado Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, se refirió a la situación, planteando a una serie de dudas al respecto.  “Me huele como que se quiere cortar el hilo por lo más delgado porque aquí a la ministra la dejan bien parada, porque la misma hipótesis de ella la confirman ahora, con este señalamiento, pero a la vez Enap es taxativo en decir que va a llegar hasta la Justicia para descartar que ellos sean los responsables”.

Acto seguido, Castro resalta que “Esta renuncia refrenda la falta de credibilidad que tiene el gobierno, porque claramente cuando el Estado imputa a otro órgano del mismo y “empieza a desgranarse el choclo”, donde el señor De la Carrera, dice que él no tiene independencia para asumir una causa cuando su mandante es el que los adjudica como responsables, estamos hablando de una descomposición que hace más inverosímil la crisis en Quintero”.

El legislador (PS) agregó que “la gente hoy no puede entender, que solo sea una empresa la implicada y que el día que ocurrió este episodio, ya Enap había cerrado sus piscinas y residuos industriales, igual aparece sindicado curiosamente como el único responsable”.

Asimismo, sostuvo que “el martes pasado en el relato de los propios médicos del hospital, nos indican que son los mismos síntomas del primer episodio a los del episodio de hace 2 días. Si la fuente original Enap (21 y 23), era la responsable y estaba cerrada hace dos días, quién es responsable de los mismos síntomas que según los médicos de Quintero, tenían los pacientes y niños afectados”.

Castro, agregó en la misma línea que “eso llama la atención porque habla de que aquí, hay otro contaminante, otra fuente de emisión que no está siendo considerada. Y por lo tanto, la investigación tiene un grado de debilidad, en cuanto a que no puede el Estado hoy, medir niveles ni de arsénico, ni otros hidrocarburos, en las diversas empresas que también sabemos que contaminan y no sabemos que rol han tenido en el conjunto de la contaminación en la zona”.

Por lo mismo, plantea un conjunto de interrogantes en torno a la renuncia del ejecutivo y las razones de fondo del daño ambiental en la zona.  “¿Cuáles son las presiones que hay desde el gobierno hacia Enap? ¿Por qué altos ejecutivos como la ex ministra Loreto Silva, presidenta hoy de Enap, entiendo que aún no se ha pronunciado sobre el tema y ¿Qué está pasando en Enap?, porque desde el día uno han dicho que no son responsables”.

Finalmente, Juan Luis Castro resaltó que “los niños se están arriesgando a nuevos rebrotes de toxicidad que afecta el sistema nervioso central parestesias, que son pérdida de la sensibilidad de las extremidades inferiores y midriasis, que es la dilatación pupilar. Este no es un simple mal olor, estamos frente a un daño que puede ser irreversible y acumulativo en muchos menores de edad que en los últimos años han vivido esta realidad sin que nadie haya hecho nada”.

Superintendencia de Medio Ambiente

A través de comunicado de prensa publicado en su página web, la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA)  entrega una serie de antecedentes para contextualizar el proceso sancionatorio que inició en contra de ENAP, tras la intoxicación masiva de personas en las localidades de Quintero y Puchuncaví.

De esta forma, la entidad fiscalizadora resalta en primera instancia que es el órgano creado por la ley para fiscalizar y sancionar los incumplimientos a los instrumentos de gestión ambiental, entre ellos, las Resoluciones de Calificación Ambiental (RCA) exigidas a los proyectos a partir del año 1997. Lo anterior, es importante tenerlo en cuenta porque hace que la SMA se vea impedida de fiscalizar los proyectos industriales anteriores al año 1997, es decir, la mayor parte de los proyectos instalados en la zona de Puchuncaví-Quintero, con excepción de algunas modificaciones o ampliaciones que ellos han sufrido en los últimos años. La SMA no puede ir más allá de esta restricción legal.

Ahora bien, tras las dos semanas que duró el proceso de investigación, que incluyó numerosas visitas de fiscalización a más de una decena de instalaciones del cordón industrial, de la toma de declaraciones de diferentes actores, empleados y ejecutivos de todas las empresas inspeccionadas, toma de muestras y análisis de laboratorios, además de modelamientos del comportamiento de diversas variables ambientales, entre otras, la Superintendencia decidió formular cargos a la empresa ENAP Refinerías S.A. titular del proyecto Terminal Marítimo de Quintero, por la utilización del sistema de tratamiento de sus residuos industriales líquidos en condiciones distintas a las aprobadas ambientalmente, lo que ha implicado la exposición de grandes cantidades de hidrocarburos a la intemperie y la consiguiente emisión de compuestos orgánicos volátiles en condiciones tales que han afectado significativamente la salud de la población de Quintero.

Adicionalmente, el organismo ambiental, y con el objeto de procurar esclarecer las razones que llevaron a un grupo de personas a concurrir a los centros asistenciales de Quintero, así como controlar las condiciones operacionales y ambientales de los establecimientos de la bahía de Quintero, dictó las siguientes medidas:

• Requerimiento de información a Codelco y a AES Gener con detalle horario de las últimas 72 horas respecto de las emisiones de compuestos regulados tanto por la norma de fundiciones como de termoeléctricas.
• Requerimiento a todos los establecimientos del cordón industrial de proporcionar en forma diaria e indefinida toda la información relativa a sus condiciones de operación, posibles contingencias y reportes de emisiones atmosféricas.
• Requerimiento de información a la I. Municipalidad de Quintero en relación a un incidente ocurrido en el vertedero de Quintero el día 27 de agosto que consistió en el incendio de una parte de los residuos depositados en él.