Apoyada por FOSIS y gracias a su esfuerzo, esta joven emprendedora ha ido consolidando su negocio de pastelería en la comuna de Rengo, en la Región de O’Higgins, donde la innovación y creatividad han sido las claves del éxito
¿Desea encargar una torta? ¿Ya tiene una idea de cómo debiese ser de acuerdo a la ocasión, presupuesto y gustos de los comensales? Pues prepárese porque el abanico de posibilidades que le ofrecerá Katy Escobar Ramírez, propietaria del emprendimiento “Pequeñas Dulzuras”, de la comuna de Rengo, le abrirá ese apetito por el azúcar que todos llevamos en el ADN. Porque un dulce momento nunca está demás y si le suma un llamativo e innovador diseño, la mitad del trabajo está hecho (la otra mitad es disfrutar el pastel).
Katy Escobar es una joven de la comuna de Rengo que estudió Cocina Internacional en Inacap e inició un emprendimiento, hace algunos años, haciendo pasteles para cócteles y tortas animadas, por encargo y a gusto de los clientes.
Su destreza, conocimientos y manejo de la técnica, sumado a su creatividad, le fue granjeando más y más clientes y hoy este emprendimiento genera el principal ingreso de su hogar. Mamá de tres niñas, a quienes cría junto a sus padres, Katy concluyó que debía trabajar duro para ir creciendo y sacando adelante a su familia. Y así lo hizo. Entendió también que existen herramientas y programas que apoyan a los emprendedores, en sus distintas etapas y fue de esa forma que llegó al Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, postulando al programa Yo Emprendo Avanzado, accediendo así a la oportunidad de tener capacitación en otros temas que le serían de gran importancia para su negocio y a un subsidio con el cual equipó mejor su pastelería.
“Antes yo horneaba mis pasteles en un horno industrial que estaba desgastado, me demoraba más de la cuenta y también tenía una batidora que se averió y todo eso entrampaba mi trabajo porque me imposibilitaba avanzar y satisfacer mejor a mis clientes”, relató esta emprendedora. Con el apoyo de FOSIS compró un horno y una batidora industrial; y un mesón de acero inoxidable con los cuales ha podido agilizar los tiempos de preparación y a su vez mejorar la calidad en sus productos.
Y sobre sus creaciones, Katy tiene para variados gustos y ocasiones: es cosa de echar a volar la imaginación. Tortas personalizadas, con detalles únicos, animadas, para todo tipo de eventos: bautizos, baby shower, cumpleaños, Día de la Madre, matrimonio…en fin, lo que se imagine, ella tendrá una propuesta o bien interpretará al dedillo su deseo y lo convertirá en un rico pastel que se robará la película en cualquier evento.
Pero esta emprendedora desea seguir creciendo, postulando a otros programas del Gobierno y consolidando su pastelería. Además, también ha explorado otras áreas, siendo monitora en cursos de pastelería y panadería que ofrecen algunas instituciones, por ejemplo, el programa Jefas de Hogar del municipio de Rengo.
A tanto ha llegado la fama de sus pasteles, que la demanda la llevó a contratar a un ayudante para poder dar cumplimiento a los muchos pedidos. O sea, Katy genera ingresos para su familia y le da trabajo a otra persona.
Mención especial para su madre, Mireya, “quien ha sido el motor de este emprendimiento y no sólo me apoya en el cuidado de mis hijas, sino también en el trabajo”.
¿Se tentó con los pasteles y creaciones de Katy? De seguro fue así. La puede encontrar en su página de Facebook Pequeñas Dulzuras Pastelería, donde hallará cientos de fotos de su trabajo y también las coordenadas para contactarla e ir pensando cómo desea endulzar su vida.