Por: Giancarlo Cristi T. Encargado de Proyectos de TuPrimeraPega

El plazo se acorta para que el Ejecutivo envíe el proyecto de ley de Teletrabajo al poder legislativo para que se apruebe, y que como bien destacó el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, esta modalidad de empleo ahorrará los traslados, contaminación, será más inclusivo, y que no será sinónimo de precariedad.

Esta gran iniciativa, en conjunto con otras medidas que quiere implementar el gobierno de Sebastián Piñera como lo es también el Estatuto Laboral Juvenil, pretenden fomentará una mayor inserción de las minorías al mercado del trabajo. Estamos hablando de estudiantes, mujeres, personas de la tercera edad y personas con alguna discapacidad. Es importante resaltar que uno de los mayores beneficios de esta ley es que elimina los tiempos de traslados, los cuales fluctúan como mínimo entre 1 a 2 horas diarias, llegando incluso a 4 horas diarias. El cansancio que le puede significar al empleado durante ese tiempo de transporte influye en su efectividad y y puede disminuir su productividad.

Además, las estadísticas también reafirman la tendencia al teletrabajo De acuerdo a un estudio realizado por la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) el 82% de los encuestados declaró que les gustaría tener la posibilidad de trabajar desde su propio hogar. Otros estudios indican que disminuye en un 60% del ausentismo; en un 56% los gastos por conceptos de viáticos; la rotación laboral baja en un 20% y los accidentes laborales lo hacen en un 10%. Asimismo, la productividad de las mujeres con teletrabajo aumenta en un 58% y además les facilita compatibilizar su rol de madre.

Todo lo anterior implica en definitiva, que el teletrabajo llegará a mejorar la calidad de vida de los chilenos. Sin embargo, la implementación de este proyecto no significa que de un día a otro nos encontremos trabajando desde nuestros hogares. Chile tiene un gran potencial para avanzar en el teletrabajo y realizar una modernización en la legislación laboral. Sin embargo, está muy dentro de nuestra idiosincrasia qué, tanto el jefe como el subordinado tienen que estar observándose permanentemente, lo que podría generar algunas molestias en vez de mejoras en algunas personas.

Por ejemplo, unos de los aspectos más valorados por los trabajadores chilenos es el contacto directo con sus pares, entonces acá es donde surge la pregunta de quienes podrán utilizar este beneficio y quienes no.

Para comenzar a cambiar este paradigma, hay que comenzar a ver el trabajo como un bien que mejora la sociedad, debe ser visto como una relación de cooperación y no como un conflicto social.

El trabajo en el hogar requiere ser disciplinado y con un esquema de metas claras y en eso la tecnología con herramientas de videollamadas u otras más sofisticadas como redes de colaboración y aplicaciones para programar tareas y reuniones no sólo son muy útiles, sino que apuntan directamente a la eficiencia, y es a lo que debería apuntar este proyecto.

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