Por: René Carvajal Guerrero. Presidente Cámara Chilena de la Construcción – Rancagua
Por diversos medios de comunicación hemos tomado conocimiento del plan del Ministerio de Justicia de crear nuevos cargos de notarios y conservadores de bienes raíces en todo el país.
Por la misma vía hemos sabido que, dentro de este plan, se encuentra el propósito de dividir el territorio jurisdiccional del Conservador de Bienes Raíces de Rancagua.
Por ser una cuestión que directamente afectará a los asociados de nuestro gremio y a los usuarios en general del sistema, venimos en solicitar se deje sin efecto el acuerdo favorable a la división de este oficio conservatorio, por los antecedentes que exponemos a continuación:
- La eventual división y creación de nuevos oficios conservatorios en Rancagua, impondrá a todos los usuarios molestias e importantes pérdidas de tiempo derivadas del necesario traslado de las inscripciones de la actual oficina, a la nueva.
- Este trámite adicional, dificultará enormemente el desempeño de nuestra actividad y la impactará negativamente.
- De hecho, y especialmente en los proyectos en desarrollo, existe una gran cantidad de documentación que debería trasladarse. No sólo las inscripciones de propiedad con todas sus transferencias parciales; las inscripciones de hipotecas y prohibiciones, con todos sus alzamientos parciales; los planos de loteo y sus modificaciones; las resoluciones municipales de aprobación de loteos; las resoluciones municipales de autorización para enajenar; los permisos de edificación, las recepciones de obras de urbanización; las recepciones de obras de edificación, entre otras.
- Si efectivamente existieran dificultades en el CBR de Rancagua para el desarrollo de nuestra actividad (que no las hay), deberían ser lo suficientemente graves, como para hacer razonable todo el largo, burocrático, tedioso y costoso proceso de traslado de inscripciones.
- Si bien es cierto sabemos que el traslado de las inscripciones está exento de pagos arancelarios de parte del Conservador, existirá de todas maneras un gran costo financiero y legal tanto para los desarrolladores inmobiliarios, como para los demás usuarios particulares.
- Costo financiero: Las inmobiliarias reciben el pago del precio de compraventa (y con esto normalmente se amortiza la carga financiera de las mismas), solo una vez que el título se encuentra inscrito en el conservador. Pues bien, esta nueva inscripción se retardará enormemente por el trámite previo que impondrá la división, cual es el ya mencionado traslado o reinscripción de los títulos previamente. Este retardo implicará que las inmobiliarias deberán seguir pagando intereses por sus créditos, por todo el plazo que demore esta necesaria reinscripción.
- Costo legal: Como el proceso de venta de inmuebles no puede detenerse a la espera de que se instale el nuevo conservador y se practiquen las reinscripciones, al momento de comenzar a funcionar el eventual nuevo oficio conservatorio, existirá una gran cantidad de escrituras ya extendidas, las cuales deberán ser “rectificadas” para señalar los nuevos datos de archivo de planos, cita de títulos de dominio del vendedor, cita de inscripciones de hipotecas y prohibiciones que se deban alzar, cita de nueva inscripción de Reglamento de Copropiedad, etcétera.
- Si el desempeño del actual conservador fuera deficiente, habrían sido los propios usuarios (entre ellos nosotros), quienes hubiéramos solicitado tal división, aún sabiendo los engorrosos trámites y demoras que la creación de un nuevo oficio impone.
- Sin embargo ello no es así. El conservador de Bienes Raíces de Rancagua funciona bien, de tal forma que su división solo impondrá a los usuarios una carga que no se justifica y que hará menos competitiva nuestra actividad.
Por tanto, pedimos a S.S. Iltma. Corte de Apelaciones reconsiderar su informe favorable a la división y, con el mérito de lo expuesto, emitir un nuevo informe al Ministerio de Justicia en el que se exprese que no es necesaria la división del Conservador de Bienes Raíces de Rancagua toda vez que la hipotética división no se ajusta a la premisa que sea en beneficio de un mejor servicio público.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.