Por: Esteban Valenzuela Van Treek.
Vicepresidente de la Federación Regionalista Verde Social. Dr. en Historia (Valencia), Máster en Ciencias Políticas (UC) y en Desarrollo (Wisconsin). Director del Magíster en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos de la U. Alberto Hurtado. Consultor de la GIZ en Desarrollo Territorial. Ex – presidente Comisión de Estado para la Descentralización (2014)
Hace seis meses denunciamos dos anomalías electorales que esperamos provoquen una rebelión de los electores en los territorios: La corrupción programática de quienes hasta usan la palabra “descentralización” con algunos partidos de la Nueva Mayoría y la derecha no obstante minimizaron y han pospuesto la reforma descentralizadora (elección de gobernadores, ley de rentas, traspaso de competencias desde ahora a los GOREs/COREs) dicho proceso, y la masividad del turismo electoral con la complicidad del TRICEL nacional que una vez más desestimó impugnaciones fundadas como las que realizó la Federación en Atacama a candidatos de la IC-MAS y en O’Higgins a la irrupción de dos vecinos de Vitacura y Provincia: Diego Shalper de Chile Vamos y Jorfe Frei de la DC. Recordemos que el pacto de reforma a la Constitución en el Gobierno de Lagos levantó la exigencia de dos años de residencia a los senadores y la mantuvo para los diputados.
Esta dimensión de las malas prácticas electorales no fue asumida por el buen trabajo de la llamada Comisión Engel, por lo cual la Bancada de la Federación Regionalista Verde que se verá incrementada en esta elección en forma relevante, impulsará que se reponga la existencia de residencia de dos años para todas las candidaturas y con una definición explícita de domicilio principal, así como mostrar contrato notarial público en caso de arriendo.
Llamamos a la conciencia de sí de los electores en regiones que concurran a las urnas en esta elección ya que hoy existe por primera vez una Federación de partidos regionalistas y movimientos verdes que nacieron producto de otro acto alevoso del doble duopolio político y económico: para lograr las reforma tributaria y electoral del binominal se pidió el apoyo al Comité Independiente lo que incluyó la creación de partido en una región, que permitió una docena de experiencias, incluyendo el Partido Wallmapuwen en la Araucanía como alternativa política al conflicto. Al llegar la hora de crear el sistema de financiamiento de los partidos, la derecha con la Nueva Mayoría retrotrajeron las leyes a exigencias mayores que la dictadura.
Felizmente hubo dialéctica ante la doble corrupción política- faltar a la palabra y otorgar recursos mínimos a los partidos nuevos- se creó la Federación Regionalista Verde fusionando el Frente Popular y Regionalista de Atacama, Norte Verde de Coquimbo, Movimiento Regionalista Social y Rural de O’Higgins, Somos Aysén, además del Movimiento Ambiental de Calama y de Mover de Rancagua.
Esta Federación seguirá denunciando a los candidatos que no viven el territorio y no se la juegan por el empoderamiento autónomos regional y construirá sus propuestas desde las regiones.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.