Por: Camila Castillo, Egresada de Derecho de Universidad Arturo Prat. Candidata a Consejera Regional por la región de Tarapacá
Cuando pienso en la región que me gustaría tener y que a su vez fuera precursora de importantes materias, entre muchas cosas, pienso en una región que nos permita vivir a todos y todas en igualdad de condiciones. Por ello, es necesario colocar primero lo que siempre dejamos para el final: Inclusión.
Y es que cuando decidimos trabajar en comunidad, la inclusión se transforma en el principio base de todas nuestras acciones en conjunto con el valor de la solidaridad.
En Chile casi 3 millones de personas se encuentran en situación de discapacidad, en Tarapacá 41.512 personas adultas, sobre los 18 años, se encuentra en situación de discapacidad. De ellas, 23.117 tienen un grado severo de discapacidad. La mayoría de las personas, además, son mayores de 60 años y pertenecen al I y II quintil. Esto, no nos puede dejar indiferentes y nos invita a construir una comuna inclusiva y solidaria.
Es necesario que desde la gestión local se establezcan ofertas multiprogramáticas para la inclusión de las personas en situación de discapacidad, desde el marco de la participación y en alianza estrecha con sus organizaciones.
Además, deben ser transversales a un programa y oficina determinados; se debe garantizar un acceso pleno de todas las personas a todos los servicios públicos, me refiero a: intérprete en lengua de señas a disposición en el municipio, formularios en braille, accesibilidad en las plataformas web, acceso universal para las distintas actividades municipales realizadas fuera del recinto, entre otros.
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