Por: Dra. Carla Gutierrez B. Directora Departamento Relaciones Internacionales de la Universidad de O´Higgins
La internacionalización en las instituciones de educación superior (IES) ha mostrado en las últimas décadas una creciente importancia en todos los niveles y regiones del mundo. Esta se ha vuelto hoy en día un factor decisivo para la mejora de la calidad de la educación.
En el caso de las IES en Chile, el aumento de la internacionalización lo indican al menos las cifras crecientes de estudiantes de intercambio que llegan y que salen del país (SIES, 2016). Gracias a instrumentos como Internet todas las IES tienen las mismas oportunidades de desarrollar vínculos con partners internacionales. Sin embargo, en Chile la condición de las IES en términos de igualdad de oportunidades para el relacionamiento global no es directamente proporcional a la de los estudiantes. A la hora de optar por participar de un programa de intercambio, los estudiantes, en su gran mayoría, se topan con obstáculos que imposibilitan poder concretar su estadía y estudio en una universidad en el extranjero.
A pesar de que existen programas de becas de organizaciones internacionales que apoyan el aspecto financiero de los intercambios estudiantiles, generalmente los obstáculos persisten. Por una parte, el aspecto financiero es siempre y desde un principio una determinante para iniciar una postulación de programas de becas internacionales, ya que se deben financiar de forma privada diversos trámites, desde sacar el pasaporte, hasta la traducción de títulos, que sumados significan un monto importante del presupuesto de una familia de medianos ingresos. Adicionalmente a esto, la falta del aprendizaje de idiomas es uno de los principales obstáculos. Los colegios públicos no se destacan en la formación de idiomas extranjeros por los que los postulantes necesitan costear cursos de idioma que deben ser financiados por ellos mismos.
Este problema de falta de equidad e inclusión en las oportunidades de intercambio estudiantil es un problema reconocido en nuestro país. Algunas agencias del gobierno trabajan en acotar estas diferencias. Un ejemplo claro son las Becas Alianza del Pacífico que ofrece la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) del Ministerio de Relaciones Exteriores, que, al ser de carácter regional, las dificultades de costos e idiomas se reducen, y permiten a un grupo importante de estudiantes chilenos poder concretar un proyecto de estudios en los países que componen esta alianza (Perú, Colombia y México).
La Universidad de O’Higgins (UOH) también reconoce este problema y retoma el concepto de internacionalización entendiéndolo como un instrumento que posibilita avanzar y mejorar los procesos de inclusión y equidad respecto a las oportunidades de sus estudiantes. En específico la estrategia de la “Internacionalización en Casa” es una de las estrategias más recomendadas por expertos, la cual consiste en internalizar prácticas y contenidos de internacionalización en y hacia la institución.
Esta estrategia permitirá a la UOH desde un comienzo prevenir y manejar la problemática de la desigualdad de los estudiantes, porque consiste principalmente en formar “ciudadanos globales”, es decir estudiantes que cuenten con competencias globales, responsabilidad social y compromiso cívico, además de lograr el manejo de un idioma extranjero y los conocimientos de otras culturas, lo que permita aumentar sus chances de salir al extranjero, y posterior a eso, les otorgue una mayor proyección de empleabilidad en el mercado tanto local como global.
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