El máximo ejecutivo del Grupo Minero explicó además que, “en los últimos cinco años, hemos invertido cerca de 900 millones de dólares para mantener nuestra producción. Estas inversiones nos han permitido compensar la caída de las leyes de los yacimientos que hoy estamos explotando, integrar mejoras en sustentabilidad, como el uso de agua de mar, o impulsar la innovación”
“Si no somos capaces de aumentar la producción de cobre en los próximos años, no será posible la masificación de tecnologías como los vehículos eléctricos o la producción de energía limpia, tecnologías claves en la lucha de la humanidad por detener el cambio climático”, aseguró el Presidente Ejecutivo de Antofagasta Minerals, en el marco del seminario “Proyectos de Inversión y Desafíos en Minería”, realizado ayer en Exponor 2022.
Junto con referirse al papel clave que la industria minera tiene en la transición hacia una economía baja en emisiones, el máximo ejecutivo del Grupo Minero destacó que Chile cuenta con una oportunidad irrepetible y también la responsabilidad de responder a una demanda creciente de cobre y de otros metales.
“Por eso, en Antofagasta Minerals creemos que nuestra obligación es impulsar inversiones en Chile para aumentar nuestro aporte y bienestar no sólo al desarrollo del país y de las regiones en donde están nuestras operaciones, sino también para contribuir a enfrentar el cambio climático”, dijo Arriagada.
Sin embargo, explicó que para ello es indispensable contar con las condiciones adecuadas, que den estabilidad y seguridad a las inversiones mineras. En este sentido, frente a la discusión de la nueva Constitución, comentó que “la minería requiere de grandes inversiones a largo plazo no sólo para poner en marcha un nuevo yacimiento, sino que también para mantener las operaciones, por lo que es precisamente la existencia de normas claras y estables un factor fundamental e imprescindible para su desarrollo y crecimiento. Sin éstas, el desarrollo de inversiones nuevas para, por ejemplo, lograr las metas de carbono neutralidad al 2050, no serán posibles de lograr”.
Tras realizar un recorrido por la historia de crecimiento de Antofagasta Minerals, el líder del Grupo precisó que en 2021 se impulsaron negocios con más de 1.200 empresas proveedoras de bienes y servicios, la mayoría provenientes de las zonas en donde se encuentran sus compañías mineras. Además, se pagaron impuestos por más de 1.300 millones de dólares.
Sin embargo, manifestó que es indispensable entender que el principal aporte de la minería, sobre todo en las zonas donde están sus operaciones, no ocurre a través del pago de impuestos, sino mediante la generación de empleo, desarrollo de proveedores, impulso a la inversión, innovación, apoyo a las comunidades y formación de personas.
Hacia una minería más sustentable
Por otra parte, explicó que en los últimos cinco años “hemos invertido cerca de 900 millones de dólares para mantener nuestra producción. Estas inversiones nos han permitido compensar la caída de las leyes de los yacimientos que hoy estamos explotando, integrar mejoras en sustentabilidad, como el uso de agua de mar, o impulsar la innovación”.
Cabe destacar que Antofagasta Minerals fue una de las primeras compañías chilenas en adoptar una meta de reducción de emisiones, la que cumplió en 2020. A fines de 2022, todas sus operaciones usarán energías 100% renovables para producir cobre, con lo que, entre otras iniciativas, espera disminuir en otro 30% sus emisiones al 2025.
En la actualidad, parte importante del agua que utiliza el Grupo Minero proviene del mar. Además, en estos momentos está impulsando inversiones para que la mayoría del agua que empleen sus compañías en el futuro provenga de fuentes no continentales.
Asimismo, Arriagada comentó que la minería del futuro exige innovación para avanzar en la explotación de yacimientos de menores leyes y avanzar en sustentabilidad. “Estas nuevas inversiones nos deben ayudar a seguir progresando hacia una minería moderna y sustentable, segura, inclusiva e innovadora, que genere menores impactos sobre su entorno y sea considerada como un aporte real al bienestar de las comunidades”, concluyó.