Por: Paulina Núñez U. Diputada por la Región de Antofagasta
Los complejos procesos económicos a nivel externo, además de las negativas señales sembradas en la administración anterior provocaron una baja importante en el desarrollo del país.
La pérdida de confianza, junto a una débil inversión, llevaron a que el grueso de la empleabilidad sucumbiera, afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas que en cadena provocaron mayor pérdida de fuentes laborales y por ende aumento en la cesantía.
A esto debemos sumar otro factor preponderante que son los plazos de pagos que emiten actualmente las grandes empresas con sus proveedores, hecho que ha mermado el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. En la Región de Antofagasta esta realidad ha llevado, incluso, a quebrar a un número importante de entidades que no lograron sustentar con sus espaldas económicas, facturaciones que demoran hasta noventa días y más.
Sin ir más lejos la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA) denunció que el 50% de las Pymes de la zona están atravesando una situación crítica debido a los extensos plazos de pagos, un proceso que si ya era demoroso, progresivamente ha ido extendiendo sus plazos de pago, que en algunos casos llegan a los seis meses.
Situaciones como estas son claramente impresentables y es por ello que el presidente Piñera, dentro de sus medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas contempla establecer los plazos de pago de las facturas, bajar los trámites e inyectar mayor financiamiento a este sector, que es sin duda el más productivo y el con mayor potencial para la generación de empleo.
El programa del nuevo gobierno establece que, por ley, los pagos deben realizarse de manera puntual como toda transacción comercial, de manera clara y pactada entre las partes. En caso de no existir una estipulación de plazo, se presumirá el pago a 30 días máximo, desde que la factura adquiere mérito ejecutivo.
Hoy queremos iniciar un nuevo proceso, generar confianzas y potenciar la generación de plazas de trabajo, es por ello que el llamado a las grandes empresas esta hecho y es a respetar la labor de sus proveedores, de las pequeñas y medianas empresas, a ser además responsables con Chile y su gente. Este tren del desarrollo planteado por el Presidente debemos empujarlo todos y ya es hora de partir.
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