Con una revolución digital que llegó para quedarse, Chile se enfrenta a nuevos desafíos para lograr sacar provecho de los avances tecnológicos

La digitalización significó un giro en 180° para la sociedad tanto en la manera de concebir las relaciones sociales, como el mercado y las industrias. En los últimos años hemos experimentado una verdadera revolución digital, prueba de ello es que el Índice de Transformación Digital de Empresas arrojó que en los últimos dos años se duplicó el uso de tecnologías 4.0 en Chile.

En ese sentido, así como surgen nuevas oportunidades, también aparecen nuevos desafíos para responder al crecimiento del área digital. “Es urgente que tengamos capital humano capacitado que sea capaz de acompañar esta transformación. No se trata solamente de colaboradores  especializados en la industria TI, sino que también en la aplicación y uso de competencias digitales a nivel transversal”, explica Álvaro Castro, director de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (A.G) (ACTI A.G.) y director Sectorial de Tecnología Aplicada de INACAP.

En esta misma línea, el ejecutivo asegura que los desafíos que tiene el país de cara al futuro en capital humano son la educación temprana y captación de talentos; la introducción de competencias para público transversal; y el acompañamiento en formación para el desarrollo de competencias.

Respecto al primer desafío, Castro relata que las competencias digitales tienen que ser vistas como un ciclo completo. Se habla de que las nuevas generaciones son nativas digitales por el hecho de haber nacido en un ecosistema tecnológico. Sin embargo, esto no quiere decir que desarrollen habilidades que posteriormente los acompañen en su vida profesional. “Para que esto suceda, es fundamental que se lleve a cabo una educación temprana y una captación de talentos jóvenes, de tal forma que se expongan a un aprendizaje continuo de las nuevas herramientas que les entrega la tecnología, y a través de ellas solucionar los problemas que se les presenten”, complementa.

Respecto al segundo punto, el Director de ACTI asevera que hoy existe una gran brecha en el área digital. Esta es una industria con una baja participación femenina, y por lo tanto, una gran brecha de género que es necesaria disminuir y eliminar. La magnitud de la revolución digital ha significado que se necesiten más profesionales mejor capacitados para adaptarse a las nuevas tecnologías. Esto ya no es solo un desafío para la industria TI, sino que también para todos los sectores productivos y de servicios.

Por último, respecto al acompañamiento en formación para el desarrollo de competencias,

Castro relata que así como es fundamental educar a las nuevas generaciones, también es necesario que exista un acompañamiento y nuevos espacios de aprendizaje para las personas que actualmente se encuentren en el mercado laboral y que no cuentan con las aptitudes para enfrentarse al nuevo panorama.

“En ese sentido, es fundamental fomentar instancias de reconversión laboral para que los trabajadores se mantengan vigentes. Con la aparición de la inteligencia artificial hay mucho temor de que las personas pierdan sus trabajos. Sin embargo, más que temerle, es necesario prepararse y aprender a cómo utilizar esta herramienta para generar mejores resultados. Las nuevas tecnologías son un aliado del trabajador, siempre y cuando sepa aprovechar su potencial”, aclara Castro.

Para enfrentar dichos desafíos, es necesario que se realice un trabajo en conjunto entre el mundo público, privado y la academia, para avanzar de manera coordinada y de esta forma, crear las instancias que ayuden a promover una cultura digital que genere frutos para la industria y el país.