Por: Gabriel Carvajal Valle. Periodista, Director periódico Norte Chico y del portal informativo www.centrodenoticias.cl
A pocos meses de que algunos chilenos -y digo algunos porque somos pocos los participamos- decidamos quienes vivirán de nuestros impuestos para administrar el Estado desde el gobierno nacional, regional y el congreso, las campañas políticas se hacen más presentes, es decir los candidatos promocionan sus capacidades, actitudes, pensamientos y acciones como la respuesta a ciertas necesidades de la comunidad.
Este es el tiempo en que los ciudadanos escuchamos promesas y más promesas, buena parte de ellas recogidas de los llamados programas de gobierno, otras del ideario de un partido político y otras tantas de las convicciones propias de los candidatos.
De todas estas fuentes de inspiración ¿cuántas nacen realmente de lo piensa o necesita la comunidad? y por el contrario ¿cuántas de éstas son respuesta que nacen directamente de los vecinos sin considerar elementos como la normativa vigente, estudios serios, opiniones expertas?.
En esta etapa se juegan 3 tipos de candidatos, y digo en esta etapa, porque una vez electo y con guitarra en mano las promesas se diluyen, las posturas se mimetizan y el candidato deja de ser candidato, a partir de ese minuto comienza a ser, lo que a mi juicio, malamente, llamamos “autoridad”:
Está el candidato que promete sabiendo que no va a ser electo, por ende sus jugadas son más osadas y extremistas, muy pensadas en la galería de su sector político, el otro es el populista, ese que promete cambios y acciones que ni siquiera son resorte del cargo que postulan pero le sirven para ganar apoyo de quienes están menos preparados.
También está el candidato que promete sabiendo que más allá de que proponga los temas no van a prosperar dado que no cuentan con el apoyo de los restantes actores, no obstante podrá decir falsamente “lo intente”.
Finalmente está el candidato serio, el que de seguro, tiene mucho menos que decir, dado que reconoce cual es su rango de acción, sabe de las complejidades que implican los grandes cambios y que estos requieren mucho más que vociferar por los medios de comunicación y las redes sociales.
Está en la comunidad… en los que verdaderamente somos los poderosos, elegir bien. Está en nosotros preguntarles a estos candidatos que opinan del aborto, del bus de la libertad, de la relación de la política y los negocios, de la transparencia total, de la tenencia responsable de animales, del fomento a la producción, del nepotismo y amiguísmo y mucho más. Sabiendo esas respuestas y en relación a nuestros principios deberíamos elegir, es decir si alguien cree en el aborto por las 3 causales no debería votar por quienes la rechazaron y viceversa.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.