Según estadísticas del INE, en el año 2017 la tasa de femicidios a nivel nacional fue de 0,47. Es decir, por cada 100.000 mujeres en Chile, 0,47 muere a causa de un femicidio. La región de Aysén tiene la tasa de femicidios más alta con 5,66 muertes por cada 100 mil mujeres. Le sigue la de O’Higgins, con 1,07 por cada 100 mil mujeres. Desde enero a la fecha, se han registrado un total de 31 femicidios consumados a nivel nacional
“Queremos hacer todo lo que sea necesario y posible para que en Chile tengamos una sociedad en que hombres y mujeres tengamos los mismos derechos, los mismos deberes, las mismas oportunidades. Y, además, una sociedad con una cultura de tolerancia cero contra todo tipo de violencia, discriminación o acoso contra nuestras mujeres”. Esas fueron las palabras del Presidente Sebastián Piñera en el lanzamiento de la campaña de tolerancia cero a la violencia contra la mujer (No lo dejes Pasar), que se enmarca en el programa de Gobierno que ha dado máxima urgencia a igualar los derechos y obligaciones entre hombres y mujeres, y eliminar todo tipo de discriminación arbitraria y violencia contra la mujer.
Pero no se trata solo de la violencia contra el género, también la discriminación que viven a diario miles de mujeres en distintos ámbitos y en distinta índole, ya sea en su trabajo, en la política, en los emprendimientos y en cada desafío que se imponen. Sobre ello conversó Poder y Liderazgo con la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género de la Región de O’Higgins, Marcia Palma González.
“Si bien es cierto que en Chile hemos ido avanzando, queda mucho por hacer en materia de equidad de género. Aún estamos al debe pues no solo es un problema de país, sino mundial, y por lo mismo los gobiernos -específicamente latinoamericanos- se reúnen periódicamente en instancias para tomar acuerdos para que ello sea una Política de Estado, en especial sobre la violencia contra la mujer”.
“Lo anterior va muy de la mano en crear políticas que vayan en beneficio directo de las mujeres y de lo que nuestro presidente Sebastián Piñera ha llamado equiparar la cancha”.
“Es real que hemos avanzado, pero hay mucho por hacer, en especial en nuestra región, donde tenemos uno de los más altos índices de violencia contra la mujer, en lo que se refiere a femicidio frustrado y consumado”. Sólo en la Región de O’Higgins, en el 2017, se vivió la alarmante cifra de 12 femicidios frustrados, y 5 consumados.
En el 2017, a nivel país, el 38,8% de mujeres entre 15 y 49 años de edad declaró haber vivido una o más situaciones de violencia ejercida por su pareja, ex pareja o algún familiar a lo largo de su vida. A nivel regional fue de 38,7%. Ver estadísticas de género
“Un problema que tenemos como sociedad”
“Constantemente estamos articulando con otras seremías, con instituciones, y con la sociedad en general, pues esto no es solo un problema que le atañe a nuestro Ministerio, es un problema que tenemos como sociedad, y donde todos debemos trabajar unidos para que no siga ocurriendo. Hay que cambiar la cultura machista instalada, y que aunque uno no lo crea, se mantiene hasta hoy en día en varios sectores, y hasta en algunas mujeres”.
Mujeres machistas y machismo instaurado…
“Sin duda que las hay, y no se trata de ser feminista extrema, sino que nos respetemos, que convivamos en paz en compañía del hombre, de la pareja. No es separarnos, es respetar los derechos de todos y de cada uno, porque la discriminación es real y en todo nivel”.
“Existe un machismo instaurado, que se denota en la baja participación de la mujer en cargos de alta envergadura a nivel gerencial de empresas. Eso se ve bastante en nuestra región. Pero también en la empresa pública, porque hay inequidades que a simple vista parecieran no serlo, pero que si están… Por ejemplo se le concede a la mujer espacios, pero no en todos, más bien en asociaciones culturales o en agrupaciones de mujeres emprendedoras, ahí se ven mujeres en cantidad, pero en la sociedad empresarial no está latente una gran participación. También vemos empresas y cargos que están predestinados a que sean de hombres, y donde la brecha salarial -que no es una falacia- se vive real y muy latente”. Ver nota relacionada
“En el sector público no se ven estas grandes diferencias salariales, pues las remuneraciones están dadas por ley, pero la brecha se nota en el mundo privado, donde con igual experiencia y nivel académico, no ganan lo mismo”.
“Claro que no todo es negativo, pues en la región estamos haciendo cosas con la empresa privada, y en varias de ellas y con el corazón en la mano, están trabajando por dar equidad. Valoro los avances en Sodexo y Codelco, donde hay varios programas que apuntan a esta equidad que debiera existir en todas las empresas”.
Pero no solo hay machismo en la empresa, también en la casa
“La responsabilidad de criar a los hijos es de a dos, y no debe recaer solo en la mujer. Y hasta ahora ha sido así. Está comprobado que las mujeres trabajamos el doble que los hombres, pues independientemente de que las mujeres tengamos un trabajo remunerado, igual debemos seguir con nuestro trabajo en la casa y en la crianza de los hijos. Eso es parte del mundo machista, donde no se comparten como debiera ser los roles, y a eso apunta una de las políticas de nuestro gobierno que aborda la corresponsabilidad, la que parte de que ambos asumamos no solo la crianza de nuestros hijos, sino como crecemos juntos en la relación, en la formación, en la parte financiera, y en mucho más”.
Agenda de Género
Pasando a la Agenda de Género, Marcia Palma destaca que “para avanzar decididamente en el término de las desigualdades en Chile, nuestro presidente y el Ministerio abordan esta Agenda, que busca terminar con la desigualdad entre mujeres y hombres, porque recalco lo que no es ningún secreto y que lo ha dicho nuestro ministra, y es que en Chile hay más mujeres en situación de pobreza, hay menos mujeres presentes en el mercado laboral, los sueldos de las mujeres son inferiores a los de los hombres, las mujeres viven la violencia, hay menos mujeres en espacios de decisión y la cultura mantiene estereotipos que las discriminan”.
Cabe destacar que la Agenda de Género propuso reformas legales, políticas públicas y la acción transversal del Estado en el sentido de promover un cambio cultural para que las mujeres tengan más autonomía y puedan ejercer sus derechos.
“Las mujeres tenemos una fuerza que nos hace salir adelante, y eso lo vemos a diario en los centros de mujeres y casas de acogida. Las mujeres sacan fuerzas y retoman sus vidas con sus hijos e hijas, pues generalmente los niños se quedan con las madres. En cambio los hombres, no todos por supuesto, se van y forman nuevas familias, y vuelven a cometer los mismos errores, y ahí el machismo es más latente aún”.
Ese Chile de hace 20 ó 30 años ¿ha cambiado?
“Hay un cambio sustancial, y no porque ahora no se de la violencia y la discriminación, sino porque actualmente las mujeres están más empoderadas y en algunos casos hacen las denuncias. Ojalá fueran más las que se atrevieran a denunciar o a seguir la demanda hasta el final, pero vamos encaminados a ello”.
“Fui directora de un colegio público y vulnerable y vi como estos temas eran conocidos y pan de todos los días… pero de ellos no se hablaba, por vergüenza, por mal entendida cultura, u otras razones, pero lo cierto es que el machismo debemos enfrentarlo desde la cuna, y ahí es clave la educación, y las mujeres deben saber que hay instituciones que las respaldan”.
La discriminación también se vive en política
“Por supuesto que sí, y por ello nuestra Ministra ha avanzado en reuniones con Servel para que la ley de cuotas sea aplicada y no se trata de poner mujeres por poner, sino que por capacidades también. Cosa que también ocurre con los hombres. Los nombres no son para llenar listas, sino por las capacidades de ellos para enfrentar una campaña y un cargo de elección popular. Un dato que refleja esto es que en el 2016, solo el 16% de las mujeres está a cargo de una alcaldía y el resto es de los hombres a nivel país. En el 2017, de 10 parlamentarios en nuestra región, sólo 2 son ocupados por mujeres. En esta otra elección esperamos que seamos más, y para ello el diálogo es tremendamente importante y las alianzas tienen que ser de capitán a paje, es la única forma de avanzar con derechos equitativos para todos”.
En las últimas elecciones municipales, las mujeres candidatas a cargos de Alcalde y Concejal representaron solo al 19,2% y al 30,9% respectivamente. Es decir, de 1.162 candidatos a Alcalde, solo 223 fueron mujeres, mientras que, de 12.460 candidatos a Concejal, 3.844 fueron mujeres. En la capital de la región de O’Higgins, solo dos mujeres son concejales de un total de 10. Ver nota relacionada
A nivel de municipios, hay 179 comunas donde ninguna mujer compitió por una alcaldía, es decir, en un 52% de comunas no fue a la elección ninguna mujer. De los ediles electos, uno de cada 10 alcaldes del país es mujer. Una realidad que refleja la discriminación de género que existe en nuestro país y que las mujeres siguen con dificultad para posiciones de poder, incluso a nivel comunal. En la Región de O’Higgins, de 33 comunas, solo 4 tienen mujeres al mando de los municipios.
Similar situación se vivió en las elecciones de consejeros regionales, donde de los 16 cores de la Región de O’Higgins, solo 4 son mujeres, aunque por primera vez, una mujer ocupa el cargo de presidenta del Core. Ver nota relacionada.
De los 1.092 candidatos que se postularon al Congreso Nacional, destaca el impacto de la aplicación de la ley de cuotas, que permitió que en las últimas elecciones parlamentarias, seis mujeres fueran electas como senadoras y 35 como diputadas. Ver nota relacionada.
“Las mujeres no somos menos inteligentes que los hombres, no somos menos capaces que los varones, y en ocasiones somos multifacéticas y con la capacidad de estudiar carreras de alta exigencia y de ocupar cargos de alta envergadura. Ya la escoba no es solo para la mujer y el tractor solo del hombre”.
Sin duda que esta Seremi, muy empoderada en su cargo, no separa a la mujer de la autoridad, y como bien señala “soy una sola”, y por ello recalca su mensaje para las mujeres “confíen en lo que se está haciendo, no se dejen pisotear por nadie. Todos tenemos derechos y deberes, y ellos deben ser respetados”.
En una extensa y fluida conversación, Marcia Palma habló desde el machismo, la discriminación salarial, la inequidad en política, hasta de la violencia en el pololeo. Conocimos cómo el Ministerio y en especial esta Seremía, no afloja los brazos para seguir luchando por una equidad que como sociedad debemos entender que es un derecho, y a la vez una responsabilidad de todos, y no un privilegio de algunos.