El candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami se refirió esta semana a problemáticas que se tomaron la agenda mediática de las regiones nortinas
El presidenciable del Partido Progresista, tuvo palabras frente a la puesta en marcha de los hospitales de Calama y Antofagasta, propuso medidas para impulsar el turismo en la región de Coquimbo y se mostró preocupado frente a los altos niveles de desempleo de la región de Antofagasta.
Frente a la apertura de los nuevos hospitales Carlos Cisternas y Leonardo Guzmán en la segunda región, el líder progresista fue enfático en señalar que “ahora que ambos hospitales comenzarán a funcionar debemos garantizar que la atención sea oportuna y de calidad. Como en Antofagasta y Calama, la salud pública del país requiere de 4.000 especialistas. Mi compromiso es traspasarlos desde el sector privado y, en caso de no conseguirlo, los traeremos del extranjero. No habrá excusa para que en mi gobierno falten especialistas en los hospitales de Chile”.
Asimismo, el candidato a la presidencia de la República mostró su interés ante el aumento de la tasa de desocupación en la segunda región. Frente al escenario, el presidenciable manifestó que las cifras lo afectan “porque quiere decir que un gran porcentaje de la región de Antofagasta no tiene cómo llegar a fin de mes. Por eso, he encabezado un conjunto de compromisos audaces en materia de creación de empleo y crecimiento económico. En primer lugar, un 0% de impuesto a la pequeña y media empresa. Parece poco pero es fundamental y tiene un costo de mil millones de dólares. Es sustentable, es viable y es clave para crear empleo, pero empleo formal y decente”.
Por otro último, Enríquez-Ominami aplaudió el inicio de la temporada de cruceros en la cuarta región y señaló que “el turismo genera alrededor de 3.000 millones de dólares anuales y en Coquimbo se necesita impulsar este sector clave para la economía. Por esto, propongo primero un desembolso fiscal que resuelva el problema de muchos chilenos. Para crecer más, para los comerciantes, para los emprendedores y trabajadores: 100 millones de dólares en cuatro años, por cada región. Es un costo fiscal de 1.500 millones de dólares y lo vamos a inyectar directo para el turismo en Chile”.