Por: Jair Longo. Director Senior de Delivery Networks de Citrix para América Latina y Caribe
Las fábricas tal como las conocemos van a dejar de existir. Esta frase quizás parece una premonición futurista sacada de alguna película de ciencia ficción. Pero lo cierto es que la digitalización es transversal a todas las industrias y a medida que las empresas avanzan en su transformación los procesos productivos no pueden quedar atrás.
En este contexto, las fábricas se sumergen día a día en la Industria 4.0. Pero este camino ciertamente les plantea nuevos desafíos. La promesa de la digitalización busca un doble propósito: lograr mayor velocidad y flexibilidad. Por ejemplo, los fabricantes esperan que la digitalización minimice las ventanas de mantenimiento. La evaluación de los datos proporcionados por los sensores de las máquinas mediante el análisis de grandes datos, y en parte mediante la inteligencia artificial, permitirá realizar mantenimiento preventivo, como el reemplazo justo a tiempo de piezas desgastadas, antes de que se produzca un aumento estadístico de los riesgos de funcionamiento deficiente. Al mismo tiempo, los fabricantes desean lograr mayor flexibilidad y reponer las herramientas de su maquinaria con mayor rapidez gracias a la ayuda del software
Pero ambos aspectos aumentan las exigencias sobre la red de manera considerable. Se necesita transportar una enorme cantidad de datos provenientes de los sensores lo más rápido posible y analizarlos en tiempo real, en general en el lugar, en el borde de la red (lo que se conoce como “computación de borde”). Al mismo tiempo, es importante recolectar datos de análisis y tendencias en el centro de datos corporativo, mientras otros conjuntos de datos se deben compartir con servicios públicos en la nube. Una producción más flexible implica cambios mucho más frecuentes y rápidos en las políticas sobre los componentes de la red.
Cumplir con estos requerimientos más exigentes de la red hará necesario un importante esfuerzo al utilizar los equipos tradicionales. Es por ello que la WAN está transitando el mismo camino que las empresas con visión de futuro ya emprendieron en sus centros de datos: utilizan las redes definidas por software (SDN). En la era de la Industria 4.0, la flexibilidad y la administración simple definida por software ya no se limitan a los centros de datos, sino que son necesarias en todos lados –desde la nube hasta el centro de datos y hasta las líneas de producción, las tiendas minoristas, y las máquinas de imágenes conectadas en los hospitales. Estamos pasando de un mundo predominado por el hardware a un mundo definido por software.
En este sentido SD-WAN permite definir la forma en que se debe manejar el tráfico en cada aplicación conforme a la política correspondiente. El equipo de redes puede especificar rutas alternativas en caso de incidentes (p. ej., un cuello de botella en el tráfico por banda ancha o una falla en el cable). Las soluciones de SD-WAN no sólo ofrecen redundancia sin interrupciones sino una distribución de la carga continua e inteligente entre las rutas de transferencia, cumpliendo con los requerimientos de cada aplicación. Asimismo, se puede dar un trato preferencial al tráfico crítico de datos mediante mecanismos de calidad de servicio. Al mismo tiempo, un dispositivo SD-WAN acelera el tráfico de datos mediante técnicas de compresión, deduplicación y optimización de datos a nivel del protocolo de la red. Se integra de manera uniforme con la topología de enrutamiento existente y se puede manejar desde cualquier lugar en la nube.
Otro aspecto de igual importancia es que gracias a la tecnología SD-WAN el equipo de redes puede segmentar el tráfico de datos según los requerimientos al crear subredes virtuales seguras. Por ejemplo, el departamento de TI de una cadena minorista puede configurar redes virtuales (VLAN) en las oficinas de sus sucursales desde una ubicación central usando enrutamiento y reenvío virtual (VRF). Esta segmentación de la red tiene el mismo nivel de utilidad e importancia tanto en centros de producción como en hospitales. Aquí, también el VRF ofrece la flexibilidad necesaria para aplicar cambios en la red, mientras las funciones analíticas proporcionan la información general en tiempo real que exigen el administrador de la red y el equipo de seguridad.
En la era de la digitalización, las redes definidas por software no pueden limitarse al centro de datos, sino que deben llegar a todos lados: los equipos inteligentes requieren una red inteligente que pueda garantizar el control, la velocidad y la flexibilidad que hoy se necesita en toda la red corporativa.
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