Por: Esteban Velásquez N. Diputado por Antofagasta. Ex Alcalde de Calama

Recuerdo que en tiempos de campañas presidenciales, todos los candidatos recorren cada rincón del país, expresando su identificación con las regiones e incluso el  propio Presidente Piñera se declaró como el Presidente de las regiones, pero al poco andar de sus mandatos, se olvidan de aquello y no se atreven a dar cuenta de esas  transformaciones de fondo, tan necesarias, incluso según la propia OCDE.

Cada vez más se anida un sentimiento de rabia contra el poder establecido en La Moneda, más allá del color político del gobierno, porque finalmente si en algo se parecen estos gobiernos es en la desidia por los territorios, gobernando siempre para los más privilegiados, las grandes urbes y especialmente para los “vecinos de Vitacura”.

Los gobiernos no tienen los pantalones para ser capaces de diferenciar y reconocer que habemos regiones, motor de la economía, que financiamos, en gran medida, sus programas.

Hoy me corresponde representar como parlamentario al Norte de Chile, ayer lo hice como alcalde de Calama. En aquel entonces fuimos muy directos para decirle al entonces “Piñera 1”, que las Comunas Mineras necesitábamos un Royalty, un Fondo de Desarrollo del Norte (FonDeNor) o cualquier instrumento razonable que permita recibir beneficios en razón del impacto negativo de la minería: descalabros medioambientales, altos índices de cáncer, oasis y puertos contaminados, población flotante, etc. El actual Gobierno tiene una deuda, en este sentido con el Norte.

Es que los Relaves no están en Vitacura, la Planta recicladora de Plomo no está en Santiago, el traslado de sustancias peligrosas en tren no atraviesa Las Condes, la polución de ácidos no está en Huechuraba…

Hoy las banderas de las Regiones, una vez más comienzan a levantarse, en especial las del Norte, el que solo registra atención del Estado cuando hay un conflicto con los países vecinos. Allí aparece esa pseudo-soberanía pero, una vez que las cámaras se apagan, sigue su caminar el verdadero enemigo de estos territorios, es el Centralismo abusivo y enfermizo.

¿Cómo no nos va irritar, saber que no da lo mismo donde se nace y que desde ese momento ya parte la desigualdad, la odiosa injusticia también tiene que ver según el territorio de origen? Esto no resiste análisis. Algunos no reconocen pasajes de la Historia donde se refleja que la paciencia se agotó y las consecuencias fueron nefastas. Hoy la sangre comienza a calentarse… y es que ya no aguantamos más que nos miren de reojo.

Por tal motivo pedimos públicamente al Señor Presidente Piñera y su gobierno, establezca el “Gran Acuerdo por Un Nuevo Trato y Relación con las Regiones”, no llegue tarde Presidente, hoy Sí es Tiempo de Regiones.

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