Nota realizada por nuestro medio asociado Norte Online de la región de Tarapacá, donde da cuenta de una realidad que pasa inadvertida para las autoridades locales y nacionales, pero que afecta a miles de extranjeros en medio de una crisis sanitaria que no da tregua
Más de 3 mil 30 fallecidos, sobre 174 mil personas han dado positivo al examen de Covid-19 en Chile. El Coronavirus como también se conoce al virus, se ha transformado en una pandemia que no sólo golpea la salud de las personas, sino que también el empleo de miles de familias. Es aquí donde se han concentrado los esfuerzos de las autoridades para entregar ayuda económica, que al menos alcance para que las familias en cuarentena puedan comer, pero lamentablemente hay un grupo de personas que se encuentran en tierra de nadie, los extranjeros sin residencia definitiva.
David tiene 28 años y llegó en marzo a Chile, recuerda que el duro viaje que realizó para llegar a nuestro país en busca de mejores expectativas de vida se extendió por largos 2 meses. «Dormí 65 días en la calle desde aquel día que me vine desde Zulia (Venezuela) a Chile. Llegué con las esperanzas de tener un mejor futuro y ayudar a mi familia y me encontré con esta pandemia, estoy desesperado, luego me van a correr de la pieza donde vivo porque no tengo como generar dinero», relata
El hombre cuenta que ha tratado de conseguir trabajo «en distintos lados, pero ya nadie contrata, todo está cerrado, antes de esto sobrevivía pidiendo plata en la calle, por suerte un grupo de venezolanos me ayuda para comer, pero mi gran problema y el de muchos compatriotas es que pronto no podremos pagar el arriendo, logré juntar algo de plata para arriendo, después me van a correr», asegura.
Juliana es una profesora Venezolana. «Llegué hace más de un año a Chile, no puedo decir que tomé una mala decisión porque lo que he logrado ganar en distintos oficios, como garzona, labores de casa y hasta ayudante de cocina me ha servido para vivir yo y mandar a mi familia, pero ahora la situación se ha complicado mucho y ya no tengo trabajo, lo peor es que estaba tramitando mis documentos para obtener el rut chileno cuando partió esto del Coronavirus y los trámites se demoran más que antes».
La docente comenta que a pesar de la pandemia y cuarentena ha logrado realizar pequeños trabajos. «Antes de esto mandaba entre 50 y 70 mil pesos a mi familia en Venezuela, en bolivares (Peso venezolano) esto es entre 10 y 15 millones, mucha plata si pensamos que allá el sueldo mínimo, no son más de 2 dólares y con el resto vivía, pero ahora veo que pronto no voy a tener para pagar el alquiler y no sé qué voy a hacer», cuenta con preocupación.
Casos como el de David y Juliana se repiten por cientos en la región y el país, ya que al no contar con residencia definitiva no pueden acceder a alguna ayuda estatal, transformándose en uno de los grupos de personas que han quedado más desamparadas producto de la pandemia.