Por: Esteban Velásquez N. Diputado por la región de Antofagasta
Hoy se están escribiendo días que la Historia de Chile tendrá que recordar como jornadas en donde hubo un ajuste de cuentas entre una ciudadanía ofendida y abusada contra las élites económicas y políticas, dueñas groseramente del país.
Es el descontento con la colusión del negocio y la política, en donde el gobierno debe entender que seguir con la política de “acuerdillos” con algún partido político al que le ofrece algunas migajas a cambio de los votos necesarios para seguir consolidando el modelo y sistema abusivos, es caldo de cultivo para el descontento popular.
Pareciera que a nadie le queda dudas que el alza del pasaje del metro, fue la llama para enardecer esa sangre caliente por muchos años de las familias oprimidas, que todos los días muerden el polvo de un sistema castigador.
Como víctimas de este Modelo Económico y Político abusivo está el estudiante que apenas tiene para educarse y poder crecer, el padre que gana el sueldo mínimo y el abuelo que dio su vida al desarrollo de Chile y hoy recibe $150.000 de pensión, si tiene suerte. Indolencia total.
En nuestro Norte Andino lo sabemos, hace 10 años marchamos miles de familias con rostros morenos, en contra del centralismo y pidiendo “compensaciones” en razón de las externalidades negativas de la minería, pero sobretodo porque creemos que debemos disfrutar del beneficio de la economía minera y no solo ser parte del sacrificio.
Los gobiernos no nos escucharon, ni Bachelet, ni Piñera, cómplices de ellos fueron sus serviles operadores de esta misma región. Hoy el pueblo chileno nos agotamos, reventamos, y lo advertimos por largo tiempo.
Propongo un “Nuevo Pacto Social” ahora y levantar Reformas Sociales Profundas, para reconstruir mínimas confianzas y acuerdos, partiendo por la rebaja a la dieta de quienes debemos legislarlas, y continuando con el retiro inmediato de las Reformas Previsionales y Tributarias del Parlamento, para que se construyan nuevas propuestas; revisión del Sistema de Salud Público e Isapres, de los Modelos Tarifarios; y la desprivatización de recursos como el agua, las eléctricas y sanitarias; revisar la ilegitimidad de las privatizaciones en dictadura. Descentralización Política y Económica, a fondo.
Cualquier otra medida que intente burlar la voluntad de los ciudadanos, alguna medida accesoria o una política comunicacional que se atreva a pasar “gato por liebre”, se llevará el portazo del estallido social. Los políticos estamos al servicio del pueblo, no desde ahora, desde siempre.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.