Por: Patricio Fernández. Gerente de Desarrollo de Greystar Chile
Al googlear la palabra arrendatario la búsqueda arroja una serie de artículos y frases que buscan entregar consejos para evitar problemas con arrendatarios, como “Qué hacer con un arrendatario problemático” o “cómo evitar cobros de servicios que adquirieron arrendatarios de sus propiedades”.
Para qué decir cuando se agrega la palabra discriminación seguido de arrendatarios, en este caso el puzle es casi una crónica amarillista. Estos han sido tratados como personas que pagan por un servicio que no se les entrega, quienes muchas veces temen levantar la voz para exigir mejoras por miedo a que los expulsen e incurrir en gastos adicionales no presupuestados.
Hoy existe una discriminación aprehendida en dos aspectos:
1.- Hacia quien toma la decisión de arrendar en vez de comprar porque decide invertir su dinero de otra manera. Lo que demuestra una falta de educación financiera, como si la única forma de generar patrimonio es mediante la compra de una vivienda.
2.- En las mismas comunidades donde los residentes no son vistos de la misma manera a la hora de tomar decisiones. Además, hay una imposibilidad de entender las expectativas de vida desde otro ángulo, donde el mainstream o la cultura financiera está guiada por la compra más que por el arriendo.
Ejemplo de esto son las asambleas de vecinos donde el arrendatario no tiene voz, siendo muchas veces callado con comentarios “tú eres arrendatario” como si el rol que cumple en su comunidad fuera menor. Es por esto que el formato Multifamily viene a romper este mito, generando comunidades en igualdad de condiciones donde todos sean residentes con voz.
Hoy, en una época de crisis económica, tanto el rubro inmobiliario como las autoridades se han visto confrontadas por la necesidad de hacer más y de mejor manera las cosas, por eso invitamos a todos a darle un espacio a esa persona para que utilice los espacios de residente. Todo esto con el objetivo de terminar con este estigma y discriminación.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.