Por: Pelayo Covarrubias. Presidente de Fundación País Digital
Luego de años de inversión privada y regulación pública con gran certeza jurídica, nuestro país ha logrado llegar a un 63% de los hogares del país con conexión a Internet fija y, a septiembre de 2022, la penetración de internet móvil 3G+4G+5G alcanzó 99%, según cifras de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).
Cifras que nos ubican como el país con la red fija más rápida de Latinoamérica y la segunda más veloz en el planeta, tras Singapur, recibiendo un reconocimiento en el Mobile World Congress (MWC), realizado en marzo en Barcelona.
Precisamente, hoy celebramos el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, con la finalidad de sensibilizar a la comunidad mundial acerca de la brecha digital y el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) como motor del crecimiento económico en el siglo 21.
La llegada de las nuevas redes conectividad se traduce en una oportunidad para eficientar e innovar en procesos productivos en diversas industrias como la minería, salud y agricultura, ya que las empresas podrán acceder a nuevas aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial y Machine Learning para optimizar y hacer más eficaces sus operaciones.
De esta manera, podremos avanzar hacia una verdadera sociedad del conocimiento a través del análisis permanente de datos, dando pasos firmes hacia el desarrollo económico de la mano de un perfil cada vez más tecnológico y de referencia para los países de la región.
Si bien el estudio “Brecha en el uso de Internet: Desigualdad Digital”, de Fundación País Digital (FPD), muestra algunas diferencias en la conectividad de la población urbana (81% de uso de internet) versus las zonas rurales (58% de su población usando Internet), las cifras nos hablan de un gran posicionamiento del país a nivel internacional, con la digitalización llegando cada vez a más rincones de Chile.
Lo que falta
Pero aún cuando hemos avanzado mucho en estas materias, hoy debemos empujar con fuerza y de forma colaborativa dos pilares fundamentales de un país digital: i) conectividad de última milla en los lugares rurales más remotos de nuestra geografía, y ii) la alfabetización digital para desarrollar nuevas habilidades y competencias en las personas, y así empujar mayores ventajas competitivas que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas.
Según el estudio desarrollado junto a Accenture, Future Workforce (2020), al año 2030, Chile podría ganar US $13 mil millones en el PIB solamente por acortar las brechas entre el desarrollo tecnológico y la formación del capital humano.
Para ello, debemos seguir manteniendo y creando las condiciones necesarias para un despliegue fluido de redes, y continuar removiendo obstáculos para que el 5G y la infraestructura de alta velocidad siga llegando lo más rápido posible a todo el territorio. Así, tendremos la base para formar ciudadanos digitales responsables que comprendan el funcionamiento y los principios que rigen el entorno digital y su rol en la vida cotidiana.
Colaboración público-privada
Las proyecciones del Plan de Transformación Digital Chile 2035 del Senado —en donde el plan estratégico “Un País Digital” de Fundación País Digital (FPD) fue clave para su redacción— indican que hacia 2030 la tecnología 5G alcanzará al 100% de la población, mientras que la Fibra Óptica llegará al 100% en 2035.
Para ello, Chile está trabajando en los proyectos de Fibra Óptica Austral, Fibra Óptica Nacional y el Cable Transoceánico, con los que se busca potenciar la conectividad a lo largo del territorio. Además, el concurso público de redes 5G, que ya fue adjudicado, cuenta con un plazo de dos años para que las operadoras puedan desplegar más de nueve mil antenas a lo largo de Chile.
Esto requiere colaboración de instituciones públicas y privadas, impulsando la alfabetización digital y uso de aplicaciones tecnológicas en los territorios más apartados, como el proyecto que estamos impulsando desde FPD, “Conectando Territorios”. Es fundamental avanzar en competencias digitales, en ciberseguridad, en la digitalización y modernización del Estado, en la economía de los datos y la IA, y en los desafíos regulatorios que implica acelerar el modelo productivo de empresas y pymes, de manera que podamos retomar con mucha fuerza las tasas de crecimiento económico del país.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.