Por: Stella Li. Vicepresidenta ejecutiva de BYD
El cambio climático constituye una amenaza para el bienestar de la humanidad y la salud del planeta. Así lo concluyó el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en su Sexto Informe (AR6) de 2021.
Justo cuando conmemoramos el día del clima debemos preguntarnos qué estamos haciendo para actuar con la urgencia necesaria. ¿Qué prioridad están dando los Estados a las políticas climáticas? ¿En qué medida están innovando las empresas para acabar con el “business as usual”? ¿Cómo nos estamos replanteando los ciudadanos nuestras formas de vida si queremos seguir habitando la Tierra?
La electromovilidad se perfila como una opción real para responder a los retos climáticos y medioambientales, a través de un transporte moderno, eficiente y, sobre todo, más limpio.
Según el Sexto Informe del IPCC, es necesaria una reducción inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en todos los sectores para limitar el calentamiento global a 1,5ºC, lo que implica una reducción de entre el 40% y el 70% de las emisiones del transporte para 2050 en comparación con 2020.
Se trata de un reto enorme, teniendo en cuenta que la demanda en este sector va en aumento. Se calcula que el transporte de pasajeros se multiplicará por 2,3 en 2050 y el de mercancías por 2,6, según la OCDE.
La electromovilidad reduce GEI, contaminación y residuos, y mejora el rendimiento del vehículo y el costo de mantenimiento. Los vehículos eléctricos consumen una quinta parte de la energía de los vehículos de combustión interna y emiten menos ruido, gases y partículas, lo que mejora la calidad del aire y previene enfermedades. Las baterías eléctricas tienen una segunda vida útil como soluciones de almacenamiento de energía, lo que completa la economía circular.
Los motores eléctricos tienen menos piezas móviles, lo que reduce significativamente los costos y genera ahorros en combustible. La electromovilidad ofrece una solución de transporte sostenible y eficiente para responder al aumento de la demanda de transporte sin comprometer la calidad del aire y del planeta que compartimos.
En Chile, la Estrategia Nacional de Electromovilidad establece que para 2035, todos los vehículos serán de cero emisiones. BYD ha apoyado esta iniciativa al implementar la mayor flota de buses eléctricos de la región en el sistema de transporte de la ciudad de Santiago y la primera en configurar una flota de 50 taxis cero emisiones. Con más de 5 años de operación en transporte público, seguimos nuestro compromiso con ser socios de Chile en su transformación hacia la sostenibilidad en todas las regiones del país, un compromiso con la descentralización y con el objetivo de neutralidad en carbono para 2050.
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