Por: Vicente Gómez San Martín. Militante Federación Regionalista Verde Social Los Ríos
El “Acuerdo por Chile”, suscrito este 12 de diciembre del 2022 y firmado por los partidos de Gobierno, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, y de oposición, Chile Vamos, para muchos no ha logrado cumplir con las expectativas y claramente es imperfecto.
Somos varios quienes esperábamos que la figura de expertos que integrarán un comité dentro del diagrama del nuevo proceso, hubieran sido electos por voto popular, y no designados por poderes del Estado.
También creemos que no era necesario partir con bordes que claramente quitan margen de acción deliberativa a los consejeros constitucionales, en temas como la forma de Estado, ya que, en nuestro caso, un Estado Regional sigue siendo atractivo.
Pero ya está rayada la cancha, y aunque dispareja, en ella debemos jugar. El restarnos no es una opción y debemos hacer el mejor esfuerzo para que el resultado del proceso nos entregue una nueva Constitución; imperfecta, pero que se acerque a lo que podríamos esperar, y que principalmente, los mecanismos para reformas constitucionales sean de tres quintos o cuatro séptimos, para que permitan plebiscitos vinculantes y participación ciudadana temprana.
Si bien tengo reparos de fondo a este nuevo mecanismo constituyente, (del cual pienso que se podría haber hecho más para proporcionar una mayor legitimidad democrática al proceso y entregar más espacios de participación a los ciudadanos en la redacción del borrador de la nueva Constitución), también creo que debemos hacer gestos políticos que apunten a trabajar para que ese nuevo borrador cumpla con principios democráticos y sobre todo, en su fondo y forma, permita reformas y modificaciones sin los candados que tiene la actual Constitución.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.