Por: Tomás Houdely. CEO de Aintech
El 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático, que busca alertar a la comunidad mundial acerca de los efectos nocivos y devastadores de este fenómeno en el planeta. De un modo general, la cantidad de recursos naturales disponibles no es sostenible para los actuales niveles de demanda y requerimientos de las industrias productivas que mueven al mundo. Este problema, que es parte de la globalización y el progreso, parece no tener retorno, pues su “combustible” son dichos recursos.
El desajuste entre las existencias y usos de los recursos globales está provocando consecuencias devastadoras en materia medioambiental. ¿Existen respuestas desde el mundo de las empresas? Sí y hace décadas. Se comenzó por soluciones que hoy están obsoletas como el “dumping”, técnica que consistía en tirar basuraen fosas para luego taparlo.
Sin embargo, los problemas medioambientales de hoy no son los que vivimos hace años. Las respuestas han mutado y en la actualidad hay otras tecnologías que están “moviendo la aguja” en Chile y el mundo.
Una de estas es la nanotecnología, la cual busca manipular y explotar las características físicas de la materia a la nanoescala, generando innovaciones tecnológicas que consideren su impacto social y ambiental. Es una tecnología que ha demostrado que puede incidir en distintas industrias.
Entre ellos, la reducción de la contaminación, uno de los factores preponderantes del cambio climático. Por ejemplo, tecnologías basadas en nanotecnología de lámparas de luz caseras han disminuido en 10% el consumo de energía en Estados Unidos, con ahorros de más de US$100 mil millones anuales, especialmente reduciendo las emisiones de carbón en 200 millones de toneladas cada año.
El aislamiento térmico de viviendas puede contribuir a disminuir el gasto de energía a través de recubrimientos poliméricos con nanoburbujas. Y uno de los ejemplos más relevantes: se puede purificar agua utilizando filtros realizados con nanomateriales, que permiten separar del agua virus y bacterias.
El uso de la nanotecnología permitiría -a nivel mundial- evitar el uso de 28 billones de m3 de pesticidas; reducir en 86% la cantidad de químicos que se botan al medio ambiente o bajar en 50% la emisión de gases de efecto invernadero.
Pese a que es una industria que aún no tiene un conocimiento masivo por parte de la población, es importante entender que Chile tiene una oportunidad única de estar a la vanguardia de la carrera tecnológica de las nanopartículas. Instrumentos de fomento y apoyo, además de una mirada más abierta de los sectores productivos tradicionales de nuestra economía, podrían significar un paso adelante en pos de una mejor convivencia con nuestro planeta, con el apoyo esencial de la buena utilización de nuestros recursos naturales estratégicos.
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