Por: Ángel Morales F. Director Ejecutivo de UDD Ventures
En el mundo del emprendimiento y la innovación la mentalidad (mindset) del fundador propone un ejercicio de abstracción crítico para impulsar un negocio innovador. En este sentido, la Psicóloga Carol Dweck (reconocida docente de la Universidad de Stanford), propone 2 tipos de mentalidad: la primera es fija, la cual es la responsable de mantener a las personas dentro de su zona de confort y sin estímulos que la conviden a salir de esta (Fixed Mindset o Mentalidad Fija). La segunda es más dinámica, es la que impulsa a descubrir y tomar nuevos desafíos (Growth Mindset o Mentalidad de Crecimiento).
Estos dos conceptos son vitales en el mundo de la innovación, marcan un perfil de trabajo, una manera de ejecutar y conseguir los objetivos planteados. No son pocos los estudios en neurociencia que han descubierto que cuando una persona aprende nuevos contenidos, y se enfrenta a dificultades, se desarrollan y conectan en el cerebro redes neuronales que estimulan y generan nuevas capacidades dependiendo del área que estén desarrollando.
Carol Dweck a menudo ha indicado que el mindset es ‘la mentalidad de lo posible, la mentalidad de creer que se puede mejorar’. Entonces, este tipo de ejercicio es vital no solo para el segmento emprendedor, sino que en gran medida responde a dinámicas propias del área gerencial y directiva. Esta aseveración plantea que son perfectibles las habilidades, conocimientos y logros que se pueden alcanzar.
Me refiero a reconfigurar la mente en tiempo presente para poder acceder a nuevas ventajas en base a esta reconfiguración en tiempo futuro. Si uno se enamora del proceso puede encontrar mejoras, ventajas, nuevos caminos o ‘hacks’ para ciertos objetivos. De esta forma, se genera nuevo conocimiento, y nuevas estrategias las cuales pueden ser replicadas en equipos de mayor número.
Si hablamos del mindset de transformación al mundo ejecutivo este puede generar un impacto enorme en relación a procesos de Transformación Digital, partiendo por el cambio interno de la cabeza de un equipo u organización y su capacidad para transmitir un nuevo paradigma a nivel de desarrollo organizacional. Se puede cambiar o crear una nueva filosofía, una nueva cultura, y una nueva metodología, llevando estas dinámicas introspectivas aplicadas a la empresa y su roadmap de trabajo.
Se pueden definir nuevos KPIS, fijar nuevos objetivos, o generar conexiones improbables que pueden dar grandes sorpresas ejecutando experimentos para validar progresos mínimos de cambios organizacionales como lo plantea Jason Little en su libro «Lean Change Management». En esta línea, el mindset de transformación entrega la gran ventaja de rearmar el cerebro empresarial en pro de un avance concreto y con una visión mucho más macro. Pero, es necesario tomar este paso con tranquilidad y acompañado por expertos, ojalá un coach o un mentor que pueda ayudar a ordenar este nuevo relato.
Un elemento clave dentro del mindset de transformación es la capacidad, y oportunidad, que cada individuo se brinda a sí mismo para romper estructuras rígidas y dar paso a un autoconocimiento en detalle en favor de sí mismo y de la organización. De esta forma todos aquellos vicios, malos hábitos, o conductas que no permitieran el desarrollo o correcto avance pueden ser tratados y perfeccionados.
La meta es el reordenamiento interno para crear cambios que puedan generar un avance concreto en cada persona, e idealmente, pueda ser replicado en mayor escala a un equipo u organización. En los negocios las proyecciones no son suficientes ya que la dimensión humana post pandemia marcará sin duda un nuevo camino en el desarrollo de nuestra economía en los próximos años.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.