Por: Gino Servato. Activista Medio Ambiental. Estudiante de Derecho U. Pedro de Valdivia. Diplomado en Políticas Públicas y Gestión Ambiental
Son tiempos complejos para la tierra prometida, Latinoamérica, la cual cuenta con el 70 por ciento de la biodiversidad del planeta, se encuentra desde 2018 sumido en una profunda crisis institucional, la cual se ha ido desarrollando independiente como una suerte de efecto domino por cada una de las repúblicas del continente más rico del mundo.
Los conflictos comenzaron con una profundización de la guerra contra el narcotráfico en México por la política de enfrentamiento de AMLO, seguida por los conflictos ciudadanos con sus Estados en Nicaragua contra Daniel Ortega y en Venezuela contra Nicolás Maduro, en ambos casos acusados de gobiernos de corruptos y autocráticos, antes del primer semestre de 2019 el conflicto estallo en Puerto Rico, donde los ciudadanos se movilizaron para exigir la salida del cargo de Gobernador de Ricky Rossello, en Argentina después de las P.A.S.O. que se realizaron en agosto del presente año y con la derrota del pacto el Gobierno Juntos por el Cambio, significo una profundización en la crisis económica del país con la subida del dólar, lo cual se ha radicalizado por la demanda social solicitando que el Presidente Mauricio Macri declare “Emergencia Alimentaria” en el país, ¿un poco irónico no?.
Si Argentina es el segundo país de Latam que mayor cantidad de recurso alimentario aporta al planeta y tiene una parte considerable de su población con problemas de desnutrición. Bolsonaro en Brasil no ha tenido mejor suerte, no ha logrado levantar la agenda económica del País y atraer una alta inversión extranjera, en vez de eso y producto del incendio internacional del Amazonas, fue presionado por la comunidad internacional para recibir ayuda, lo que rechazo de primera medida y posteriormente la población se alzó contra su gobierno en defensa del pulmón más importante para América del Sur.
Lenin Moreno, el Presidente de Ecuador, quiso acabar con subsidios en las tarifas de los combustibles y termino declarando estado de sitio en Ecuador y generando un conflicto armado entre Militares e Indígenas, en Perú, el Presidente de la República disuelve el congreso y en Chile, “El oasis de Las Américas es el siguiente en la lista”.
Quien lea esta columna debe tener una apreciación y una opinión ya formada respecto de lo que está sucediendo en nuestro país, estamos en un país desigual y eso no es ninguna novedad, el libro de PNUD “Desiguales” así lo señalaba años antes del estallido de este conflicto, las constantes marchas, las quejas de las gentes, del ciudadano de a pie también son parte del testimonio del mismo relato, es un proceso que se veía venir, lo que no justifica en caso alguno los saqueos, la destrucción de propiedad privada o la pública, lo cual está deslegitimando y movilizando la opinión internacional a hablar de crisis antes de hablar de demandas sociales.
El gran problema del Gobierno de Chile, es que no tiene un interlocutor con el cual hablar, no se trata de convocar a la oposición, la cual ya está dividida, no soluciona mucho el problema, porque ni siquiera ellos mismos que han estado todos estos días tratando de sacar dividendos políticos sobre lo que pasa en el país, tienen control sobre la población que está en las calles, el interlocutor del Gobierno, es el pueblo, no es la Cut, ni partidos políticos, ni grupos de personas, cada persona distinta tiene su propia apreciación y se ha movilizado por sus convicciones, las cuales pueden ser muy distintas las unas con las otras de otros ciudadanos.
Si bien, existen coincidencias en demandas históricas como el término de la AFP, mejoramiento de la jubilación, han aparecido otras demandas como es el caso de la disminución de los valores de TAG, cobros de peajes, eliminar sueldos excesivos de Diputados, Nueva Constitución o fin del CAE.
Pero, ni desde el Gobierno de Chile, ni desde la oposición ha quedado en claro una posición sobre la necesidad de que en este nuevo pacto social que se está gestando en nuestro país se refiera a temas de conflicto ambiental, como es el caso de la recuperación de la administración de nuestro recurso hídrico, las zonas de sacrificio ambiental como Quintero, Puchuncavi o Mejillones o bien sobre proyectos duramente criticados por la ciudadanía como es el caso de ALTO MAIPO, de AES GENER.
Existe un tremendo desorden en las tierras más prosperas del futuro del mundo, lo que nos hace indefensos a los intereses de terceros, Chile debe actuar y tomar todas las providencias necesarias para poder garantizar el desarrollo de un país en materias de mitigación, adaptación y combate contra el Cambio Climático, pero para todo esto, debemos primero resolver muchos temas en materias de Medio Ambiente, lo cual resulta fundamental agregar a la agenda social que se estará negociando estos días entre el gobierno con la sociedad civil.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.