Por: Gonzalo Yun. Gerente de Endeavor Atacama
Estamos viviendo un periodo difícil de profundos cambios que nos obliga a repensar la manera de hacer negocios. La crisis sanitaria dio un vuelco en las economías mundiales y un gran número de empresas y emprendedores de la región se están viendo afectados, muchos lidiando con una baja considerable en sus ventas e ingresos y a la vez un cambio en la forma tradicional de trabajar día a día.
Enfocar nuestros esfuerzos para enfrentar los nuevos desafíos y encontrar también nuevas oportunidades es hoy la prioridad, y para eso necesitamos actuar y tomar decisiones inmediatas, evaluando y considerando todos los escenarios posibles que se nos presentan.
Como parte de una organización que entrega apoyo al emprendimiento, nos parece fundamental expandir las recomendaciones que han entregado expertos y expertas de nuestro ecosistema para poder hacer frente a este contexto de la mejor forma.
Lo primero y esencial es asegurar el flujo de caja y hacer un análisis proyectado para los próximos meses a partir de un plan de acción estratégico. Hacer una revisión de las cobranzas pendientes, contactar proveedores para negociar pagos sin afectar sus propios negocios, aumentar la línea de crédito con el banco para proteger el capital de trabajo, y levantar medidas que permitan disminuir los gastos. También es necesarios, realizar un llamado a la gran minería para que no termine contratos abruptamente, ya que de esto depende el trabajo de muchos colaborados y por ende la sostenibilidad de la economía local.
En esto es clave la comunicación y manejar las decisiones con empatía y transparencia, sin descuidar el equipo de trabajo, a las personas, que son y serán el corazón del país, de las empresas y del emprendimiento.
Es importante escanearse, revisar nuestros objetivos y abrirnos a nuevos horizontes. Aunque el escenario es frágil, la crisis no tiene por qué inmovilizarnos. Ofrece la gran oportunidad de re-inventarse y re-enfocarse para apuntar a las necesidades actuales de los clientes y de la sociedad en su conjunto a través de la innovación.
Para lograr estos desafíos es fundamental subirse al carro de la transformación digital. Hemos sido testigos de que la tecnología en este contexto es nuestra mayor aliada y que sin su uso nos quedamos fuera. Si queremos sobrevivir, debemos integrarla en nuestros modelos de negocios.
Hoy tenemos que demostrar que la acción de los emprendedores es clave para reactivar la economía, y que son quienes conservan en su espíritu la capacidad de adaptarse a los cambios y sorprender con propuestas que impactan en la sociedad, en la cultura y en la economía.
En la región y desde la red Endeavor, ya tenemos grandes ejemplos, como Grupo Air, dedicada a purificar el aire en el rubro de la minería, que se abrió a la opción de adaptar los descontaminadores mineros a la purificación y limpieza necesaria para combatir el Covid 19; o Neptuno Pumps que generó cientos de viseras faciales para entregar al personal de salud local. Y como estos, puede haber muchos más.
Los últimos meses no han sido fáciles para nadie, y menos para los emprendedores, pero son ellos quienes tienen la capacidad de levantarse una y otra vez y transformarse rápidamente frente a las consecuencias de su entorno, y esta es una virtud que hoy tienen que sacar a flote.
No olvidemos que toda situación compleja nos abre una puerta para innovar y evaluar que vayamos por la vía correcta. Por eso, organizaciones, empresas y pymes unámonos y trabajemos de forma colaborativa, compartiendo buenas prácticas y apoyándonos unos a otros para afrontar de la mejor manera los déficit y cambios que estamos viviendo, y que se vienen.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.