Por: Roberto Aguirre Ch. Presidente CChC Arica
Una gran deuda tienen las empresas del Estado que están instaladas en nuestra región, ya que en una zona estratégica y sin grandes firmas su rol social y económico se torna estratégico para generar desarrollo en la puerta norte.
En lo que respecta a la Zona Franca Industrial (Zofri), hace algunos meses los parlamentarios de nuestra región anunciaron diversas gestiones para independizarse de Iquique en lo que respecta de la administración de esta franquicia. ¿El motivo? El escaso desarrollo del Parque Chacalluta en sus 41 años de vida.
Mientras, el Ferrocarril Arica La Paz (FCALP) está invisibilizado del quehacer de Arica y Parinacota, quizás su gran aporte de los últimos años son los viajes turísticos a Poconchile y Estación Central, muy poco para una empresa del grupo EFE. ¿Por qué no arriesgarse con un tren urbano que mueva a la comunidad entre Lluta y el centro de la ciudad? ¿Por qué no hacer un gesto y vender al Gobierno Regional los terrenos de la ex Maestranza Chinchorro para hacer el gran centro cívico patrimonial que la región espera?
Sobre la Empresa Portuaria de Arica (EPA) y su concesionaria Terminal Puerto Arica (TPA) se espera que sus decisiones tengan una mayor repercusión en toda Arica y Parinacota, partiendo por solucionar el tránsito de camiones por toda la 11Ch y la costanera de Arica; ¿por qué no se unen con FCALP para reactivar el puerto seco en Visviri?, lo que ayudaría al repoblamiento y desarrollo de dicha comuna. Además, ambas entidades generan un gran costo regional, en el marco del cumplimiento del tratado de Paz y Amistad con Bolivia, el que tiene que ser asumido a nivel nacional.
Pese a que son autónomas, pero sí son del Estado de Chile, el rol de las universidades de Tarapacá (UTA) y Arturo Prat (Unap) también aparece al debe, ya que no logran retribuir de manera contundente todo el conocimiento acumulado en sus aulas.
Para una mejor región es necesario el aporte de todos, recordar que en las empresas del Estado no basta con tener número azules, sino que además entregar y aportar a la comunidad con una política sostenible que empuje el desarrollo local, porque construir Arica y Parinacota es obra de todos.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.
