Por: Dr. Fernando Soto Pinto. Especialista Broncopulmonar
La estrategia escogida por un gobierno para enfrentar una pandemia marca una diferencia importante en el resultado final de la misma sobre la población del país. En el caso de Covid-19, las opciones, al igual que en otras pandemias, son tres, que vale la pena analizar, y con ello entender porque Chile entró en una “cronificación de la pandemia”, con efectos sobre las personas que se arrastran y mantienen, pese al paso de los meses y de algunos éxitos como la campaña de vacunación.
La estrategia de Máxima supresión, hoy conocida como Estrategia de COVID Cero, tiene como objetivo mantener el contagio al nivel mas residual posible y, en últimas instancias, eliminarlo en áreas geográficas concretas. Una serie de países, con resultado exitoso sobre el control de la pandemia lo han implementado, tales como Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Vietnam o Nueva Zelanda, y hoy están en fase de apertura completa y avanzando en la reanudación de sus actividades habituales.
A diferencia de la anterior, la estrategia que busca acabar con una pandemia permitiendo una infección progresiva de la población que lleve a desarrollar inmunidad en la mayor parte de la población (inmunidad de grupo) es una fórmula de control larga y costosa, técnicamente muy discutible, y que afecta en forma desigual y desproporcionada a las personas y comunidades que presentan mayor vulnerabilidad económica y social. En el caso de Covid19 además, por su alta letalidad, es éticamente reprobable.
Finalmente, las estrategias de contención o mitigación (“aplanar la curva…”) persiguen básicamente evitar el colapso del sistema de salud, en especial de las instalaciones de Urgencia y sobre todo las hospitalarias. Sin embargo, se obvian las fases de transmisión baja del contagio y solo actúan cuando el contagio comunitario es ya muy alto y comienza a afectar al sistema de salud. Esto sin embargo aumenta el riesgo de “cronificar” la transmisión y dejar atrapada a la población en ciclos de escalada y desescalada de medidas que afectan y debilitan mucho la economía, el sistema de salud y la confianza ciudadana.
Hecha esta presentación, resulta claro que Chile optó en la práctica por una mezcla entre Estrategia de mitigación y Estrategia de infección progresiva ó Inmunidad de grupo, que ha fracasado en el control de la pandemia. Al día de hoy, unas 36.500 personas a lo largo del país han fallecido por la pandemia, entre ellas más de 155 menores de 18 años y miles de adultos mayores, y pese al éxito de la campaña de vacunación somos un ejemplo a nivel mundial de falta de control de los contagios, que explica el aumento de casos en oleadas sucesivas y también de los fallecidos, que promedian sobre las 100 personas al día de hoy.
Mas allá de los números, todos negativos respecto al control de la pandemia, no podemos seguir haciendo lo mismo. Es urgente adoptar ya una estrategia de Covid Cero, y eso parte por una definición de las autoridades políticas, comenzando por el Presidente, y de salud representadas por el Ministro del ramo. A nivel Regional, urge un pronunciamiento de las autoridades. Seguir mirando esta pandemia como espectadores de una tragedia no solo médica sino social y económica no es tolerable.
Estrategia Covid Cero, AHORA.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.