Por: Daniel Sandoval. Periodista. Federación Regionalista Verde Social La Araucanía
El pasado 7 de Enero participamos una vez más del Encuentro de Vinculación Social (Envis) organizado por Balloon Latam y Corporación 3xi apoyados por Corfo, Municipalidad de Melipeuco y las Fundaciones MC y Olivo. Este encuentro congregó la voluntad de diálogo y de conversación de más de 1500 personas que llegaron desde 130 comunas de todo el país, generando un encuentro inédito en la zona cordillerana de La Araucanía, sobre todo en un contexto donde no corren tiempos para la reflexión pausada y el diálogo fecundo, sino más bien, son tiempos de la inmediatez y de la polarización.
Envis no es un evento más que se agrega a la larga lista de encuentros, diálogos, cónclaves o cumbres que han surgido en la región durante los últimos 20 años gatillados por una situación límite en el marco del conflicto, muchos de ellos buscaron hacernos creer que en La Araucanía había voluntad de diálogo, pero nunca fue así. Envis, con creces, pasó a transformarse en un espacio que podría trascender a una instancia de Estado que permita sentar las bases de un futuro parlamento en La Araucanía. Sus argumentos a continuación.
Mesas de conversación y de encuentro tuvieron un variopinto de voces, historias, experiencias y reflexiones, con presencia de dirigentes mapuche, gobernadores, empresarios, políticos, presidenciables, emprendedores, colonos, víctimas de atentados, parlamentarios, campesinos, artesanos, autoridades de gobiernos pasados y del actual, fundaciones, integrantes de grupos de resistencia, organizaciones de la sociedad civil, representantes de empresas forestales, migrantes, ex convencionales, ministros, alcaldes, concejales y un largo etcétera.
La palabra “conversar” viene del latín conversari y significa “vivir, dar vueltas, en compañía”. Sus componentes son con- (globalmente) y versare (girar, dar vueltas). Sin duda, Envis logra sacar nuestras etiquetas y prejuicios para poner la voluntad del diálogo por sobre cualquier otro tipo de interés, logrando que giremos y demos vuelta todos juntos. Este es el espíritu que requiere la región y que debe ser recuperado en medio de tiempos de las fake news, la falsedad y la mentira que permea a toda la sociedad desde las redes sociales digitales.
La Araucanía requiere para ello de liderazgos colectivos y horizontales, nobles y generosos, que permitan reivindicar el poder del diálogo y de la conversación como lo acontecido en el Encuentro de Vinculación Social, que fue lo más cercano a un gran parlamento, un espacio fructífero en la diversidad, en la diferencia, en el resentimiento, en el estigma y el prejuicio, en el crecimiento y la deconstrucción social que nos pueda llevar hacia un nuevo relato, una nueva narrativa que minimice los fake news y los populismos de quienes se benefician del conflicto que existe del Estado ante el pueblo nación mapuche.
El día en que interactuemos en esa diversidad y en el pensamiento diferente, entendiendo que no se trata de ganar o imponer una verdad, estaremos recuperando los espacios que nos han quitado la virtualidad, la violencia, la polarización intercultural y las nuevas burbujas sociales desconectadas del encuentro legítimo con el otro. La virtualidad ha afectado nuestras más profundas percepciones de la realidad, situación que se vio en algunos asistentes en el encuentro de Melipeuco, quienes tenían una percepción distorsionada de La Araucanía y del pueblo mapuche y que a través de la conversación y la escucha activa fueron transformados completamente.
El diálogo es el principal proyecto de inversión que requiere La Araucanía, es el proyecto más importante, es la herramienta fundamental para transformar y generar cambios, es lo que trata de reivindicar este encuentro de vinculación social, de recuperar la esperanza y el poder de la conversación, centrado en los derechos humanos, en la dignidad y reconocimiento del otro como un legítimo, valorando la diversidad, la convivencia y la cohesión social para seguir girando todos juntos por una nueva Araucanía. Se puede.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.