Por: Diego González. Gerente general de Defontana
Si bien es cierto se hacen a diario esfuerzos por masificar la digitalización y llevarla a todos los rincones del país, lo cierto es que todavía hay pequeñas y medianas empresas, sobre todo en regiones, que siguen llevando a cabo sus procesos de forma manual, con la planilla Excel, como único apoyo tecnológico.
Es urgente que la digitalización también llegue a la pyme regional. Éstas deben actualizarse, tanto en hardware como en software, para asegurar rendimiento, productividad y desempeño de los sistemas; para no tener imprevistos o contingencias qué lamentar y que pueden costar a la larga más caro. Si el hardware no se actualiza, difícilmente soportará un software de última generación.
El rendimiento relativo de los servidores, por ejemplo, al no tener una actualización o mantención periódica, declina y, por lo mismo, los costos de inversión y soporte aumentan. En definitiva, los sistemas optimizados mejoran el rendimiento y nuevas funciones mejoran la eficiencia de la gestión. Además, se consiguen menos fallas y, por ende, mayor seguridad y confiabilidad.
En general, las grandes empresas tienen una renovación permanente que no pasa de los dos años, dependientes de contratos de mantención con proveedores o integradores; en el caso de las pequeñas y medianas empresas, ese plazo puede ser mayor, generalmente, el doble o más, principalmente por la limitación de los recursos de dicho sector.
Se debe tomar en cuenta, las necesidades de la compañía, que éstas vayan en sintonía con sus objetivos de negocios; también, su presupuesto.
Según IDC, en el caso de un servidor, es importante considerar que los valores de diferencia entre el primer año y el quinto de operación son los siguientes: El rendimiento del servidor decae un 39 %; el costo anual de soporte para el servidor aumenta un 148 %; el costo anual de gestión de las aplicaciones aumenta un 40 %; las horas de inactividad no planificada se elevan un 62 %.
No obstante, para la pyme regional la mejor opción son los servicios cloud, IaaS o infraestructura como servicio, y SaaS, software como servicio. Por un costo determinado y periódico, es posible estar siempre actualizado, con el mejor hardware y software, sin necesidad de invertir en licencias o servidores y con seguridad digital garantizada. Lo importante es planificar. Es posible tener un contrato de mantención, renovable cada cierto tiempo, que incluya actualización permanente de hardware y software con un proveedor determinado; también es posible aprovechar ciertos proyectos puntuales para hacer una inversión de renovación.
Lo concreto es que para que una organización pueda hacer bien su trabajo, sea competitiva, productiva e innovadora, necesita tecnología que esté al día y sea segura. Si se planifica con altura de miras y la mantención de los sistemas se considera como un ítem de vital importancia para el core del negocio, siempre será una inversión con un retorno importante.
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