Por: Nicolás Goldstein. Presidente Ejecutivo Accenture Chile
Como todos los años, el ranking IMAD de Mujeres Empresarias nos impulsa a hablar sobre la importancia de avanzar hacia la diversidad en el mundo laboral. Sin embargo, creo que cada vez es más urgente identificar acciones concretas para darle celeridad a un tema sobre el cual estamos discutiendo hace décadas. En esta carta, me centraré específicamente en tres.
La primera es la inclusión laboral. La pandemia tuvo un fuerte impacto en la participación de la mujer en el mundo laboral, la cual ya era insuficiente antes de la crisis. En Accenture queremos recuperar el terreno perdido e incluso avanzar más rápido. Es por eso que hoy no sólo estamos buscando talento femenino con más fuerza que nunca, sino que también hacia el 2025 tenemos el objetivo claro de que nuestros colaboradores sean 50% hombres y 50% mujeres.
La segunda acción concreta se relaciona con el liderazgo. Si queremos empresas diversas, tenemos que aumentar la representatividad femenina en los directorios. ¿Cómo vamos a tener un mundo de los negocios más diverso si quienes toman las decisiones clave son sólo hombres?
En Accenture avanzamos en ese sentido, y actualmente, el 50% de los miembros de nuestro directorio global son mujeres y nuestra CEO a nivel mundial es mujer.
La tercera acción concreta se refiere a la brecha digital. Hoy el talento relacionado con las nuevas tecnologías sigue siendo más relacionado con los hombres. Aún existe la creencia de que ellos son los que tienen más habilidades para las carreras relacionadas con ciencia y tecnología. Y aunque sea increíble, una parte importante de las mujeres está de acuerdo con esto también.
En un estudio reciente de Accenture y el World Economic Forum, 25% de los hombres y 19% de las mujeres a nivel mundial dijo creer que las carreras STEM son más adecuadas para los hombres; mientras sólo el 3% sostuvo que son más adecuadas para las mujeres.
Como empresa no sólo creemos que esto es completamente erróneo, sino que estamos trabajando por cerrar la brecha digital. Un ejemplo es Start Programa Tu Futuro, una iniciativa que impulsamos con Fundación Forge y Coding Dojo, y gracias a la cual preparamos a jóvenes de bajos recursos -sobre todo mujeres- en programación y habilidades blandas, de forma gratuita. De esa forma no sólo impulsamos la inclusión laboral femenina, sino que también las preparamos para el futuro del trabajo.
Menciono todas estas iniciativas porque quiero, a través de esta columna, hacer una invitación a todas las empresas a sumarse al cambio. Todos juntos podemos impulsar un mundo de los negocios que sea realmente inclusivo. Pero para ello debemos dejar de lado el discurso y dar paso a la acción.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.