Por: Javier Ulloa. Gerente general de Austral Plus
Entre fines de 2020 y principio de 2021, se reportaron más de 5,000 toneladas de salmones muertos debido al florecimiento de algas, este fenómeno, esto no solo ha generado pérdidas millonarias a los productores de salmón, sino que además levanta la inquietud sobre las buenas prácticas y qué se puede hacer para prevenir estos eventos.
El aumento de temperaturas durante el verano genera condiciones propicias para la ocurrencia de florecimientos de algas, lo que provoca consecuencias graves para el ecosistema y centros acuícolas.
Pero ¿De qué forma se puede lidiar con la contaminación de algas en la acuicultura?, la mejor manera de mitigar y minimizar esto es la prevención, ya que una vez que se desencadena un florecimiento masivo, es muy difícil controlarlo. Por lo tanto, en primer lugar, es importante entender cómo y por qué se produce.
El motivo es la eutrofización en el agua, esto es, cuando un cuerpo de agua o una parte de éste recibe un exceso de nutrientes. Éstos son generalmente residuos orgánicos que se pueden producir de forma natural, dependiendo de las corrientes y las temperaturas del agua, como también de la actividad humana.
Este exceso de nutrientes acelera el crecimiento de algas y microalgas y promueve una explosión demográfica que puede generar una intoxicación de otros seres vivos y enturbiamiento de las aguas, impedimento la fotosíntesis natural de las plantas y por ende una reducción de la concentración de oxígeno en el agua, lo cual termina por obstaculizar el desarrollo natural del ecosistema, haciendo, inviable la existencia de las especies que antes lo conformaban.
Para generar un buen desarrollo y evitar esta problemática en la acuicultura se puede implementar un sistema de inyección de nanoburbujas de oxígeno. Éstas ayudan a promover la microbiología aeróbica que consume el exceso de nutrientes, aumentan la concentración de oxígeno disuelto en el agua y reviven el desarrollo natural del ecosistema, mejorando la calidad del agua.
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