Por: Víctor Bustamante U. Director de Corporación Pro O’Higgins. Gerente Regional O’Higgins de ESSBIO S.A.
La lamentable pandemia que ha afectado al mundo entero está transformando nuestra forma de vida y cada día nos enfrentamos a la pregunta de ¿cómo saldremos de este proceso, volveremos a ser los mismos, volveremos a la misma forma que teníamos de funcionar?
En el caso de los servicios básicos, la ciudadanía ha requerido la certeza de que podrá disponer de ellos de forma eficiente para sostener el día a día con los múltiples desafíos que ha generado esta situación de emergencia, que en el caso del agua potable, por ejemplo, ha sido aún más crítico, pues es fundamental para mantener una adecuada protección ante contagios.
Desde el primer momento, previo al anuncio de estado de emergencia, muchas empresas trabajaron en planes de contingencia que les han permitido reforzar el servicio para la población que atienden. También se han organizado para que la cadena de suministros no presente problemas que afecten la continuidad en un trabajo conjunto entre colaboradores y las empresas proveedoras.
Dada la situación de contagios se ha tenido que priorizar la atención a distancia de las necesidades de las personas, de esta forma evitar focos de contagio en las oficinas y entre el personal. Activado el teletrabajo de forma rápida y para las tareas operativas presenciales, se dispusieron los resguardos apropiados para cuidarse y servir mejor a la comunidad.
Los efectos económicos de la pandemia son evidentes y también han sido considerados para apoyar a quienes están en dificultades. Así, desde varias empresas se ha dispuesto de planes especiales de pago y flexibilidades con el objetivo de llevar tranquilidad, empatizando con las necesidades más urgentes de las familias y pequeñas empresas. Las inversiones que se harán en el corto plazo permitirán también aportar a la reactivación económica en la región de O’Higgins.
En cada una de estas medidas, hay nuevos aprendizajes que están transformando cómo trabajamos y refuerzan el propósito específico de cada compañía. En el contexto de esta pandemia, pero también de sequía y de crisis económica, estas lecciones nos harán más resilientes y sin duda fortalecen nuestro espíritu de servicio y capacidad técnica para aportar al bienestar de nuestra comunidad. Entonces, no hay duda que en la post pandemia seremos diferentes a cómo éramos antes de ella.
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la visión ni línea editorial de Poder y Liderazgo.