Por: Gonzalo Martner F. Economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH)
Un oficio del Intendente de Seguros del 9 de abril restableció las licencias médicas emitidas para prevenir contagios por coronavirus mediante cuarentena rechazadas o rebajadas por las Isapres.
Este episodio demuestra una vez más cómo funciona en Chile el negocio de la salud. Dificulto que en alguna parte del mundo existan unos seguros privados rechazando o rebajando licencias por contacto con personas por Covid-19.
Hemos permitido, a pesar de muchos esfuerzos, que persista un sistema de seguros privados de salud enfermo y que cree que puede hacer lo quiera para extraer rentas desde los mecanismos de protección social, todo esto en nombre de la “eficiencia”, claro. Que este sea el primer paso para poner definitivamente fin a este sistema.
El gobierno actual impone su autoridad como rector sanitario porque es un escándalo en medio de la pandemia. Otros deberán hacerlo cuando haya de nuevo un gobierno decente en Chile, pero como norma permanente en el marco de un seguro público universal que deje a las Isapres solo como seguros complementarios para temas no directamente sanitarios.
¿Cuánta gente ha visto a lo largo de los años rechazadas sus licencias médicas plenamente justificadas por razones de salud para asegurar utilidades a las Isapres?
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