Por: Wilfredo Flores. Supervisor comercial de Funeraría Inmemoria
Hoy por hoy los temas más debatidos giran en torno a la pandemia actual del Covid-19. Uno de ellos resalta a los héroes de este momento; entre ellos están el PERSONAL DE SALUD y MILITAR que día a día dan todo de sí para controlar esta pandemia.
También hay otros héroes, unos no tan visibles pero que también forman parte importantísima de la estructura en contra de la pandemia. Estos son los equipos funerarios que día a día se exponen y con ello a sus cercanos durante el proceso para poder darle un digno último adiós a las miles de personas fallecidas y asistir con dedicación a las familias ante la dolorosa pérdida.
Es importante reconocer al personal funerario en todas las áreas; desde la humana a la logística y protocolar para mantener las tradiciones familiares mientras evitan focos de contagio a través de las instancias ceremoniales.
En algún momento quienes se encuentran viviendo esta despedida han podido ver como estos héroes sin capa, con palabras empáticas explican el correcto procedimiento que deben mantener las familias en velatorios y funerales, y siempre están allí para hacerlo cumplir.
Se trata de una situación naturalmente muy difícil, pero que es posible empatizar. Desde un ángulo humano y como principio funerario, un asesor de este rubro es y ha de ser un amigo, un guía, un motivador emocional, un fiscal de protocolos y en esencia un individuo que alivia la carga global que se genera al momento del desenlace de un ser querido.
Se trata de profesionales con una preparación muy estructurada en cuanto a protocolos y procesos, en especial en este tiempo de pandemia actual, porque está en juego la propia integridad y el deber de no convertirse en un foco de contagio. Para ello, las empresas funerarias han de proporcionarles mascarillas, buzos encapsulados, guantes, gorros sanitarios, cobertores de calzado, cobertores faciales y lentes, a la vez que sanitizan todas las áreas con amonio cuaternario y desinfectantes; creando a la par el hábito de lavarse las manos, como también el uso de alcohol y una gran cantidad de procedimientos que en lo interno se generan para darle a cada familia la mejor y más segura atención.
Es por la capacidad de responder a toda esta presión protocolar y de miedos naturales de cada humano, sin descuidar el buen trato y el servicio a las familias, que se pudiera decir desde todo punto de vista a todos los que componen el área funeraria: GRACIAS, SON HÉROES EN ESTA PANDEMIA.
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