Por: Dr. Fernando Soto P. Especialista Broncopulmonar
Resulta interesante y necesario a estas alturas hacer una reflexión sobre lo ocurrido a partir del 3 de marzo de 2020 en nuestro país, y una evaluación objetiva que refleje cómo estamos a 90 días del inicio de la pandemia.
Básicamente propongo hacerlo desde dos perspectivas. La que tiene que ver con lo que hemos aprendido del virus, y la que mide el resultado de las decisiones tomadas como país en el intento de contener el avance de los contagios, y su efecto final más temido, la muerte de personas en el país.
PRIMERA PERSPECTIVA: El virus…
En relación al virus, sabemos que:
1.- Se trata de un virus con alta capacidad de contagio, cuya transmisión depende exclusivamente de las personas, y que ingresa al organismo por las mucosas de ojos, nariz y boca. Se transmite por contacto y gotitas, y con alguna discusión, también probablemente por vía aérea cuando se generan aerosoles que lo contienen. Las manos son la otra fuente de contaminación.
2.- El virus tiene una letalidad que en Chile se mantiene alrededor del 1%. Por tanto, en la medida que se contengan los contagios a un mínimo, el efecto mortalidad es bajo. A nivel mundial sin embargo, salvo unos pocos países, incluidos China y Nueva Zelanda, la gran mayoría, y con diversas estrategias, han fracasado en el control de los nuevos contagios y la mortalidad ha llegado a superar en algunos países el 12% de los contagiados.
3.- No hay tratamiento probado y se está recurriendo a muchas alternativas, todas a la espera de ser validadas del punto de vista científico respecto a su eficacia. Tampoco disponemos de vacuna.
4.- Hoy, TODOS somos potencialmente contagiantes para los demás, y no solo las personas con diagnóstico comprobado.
Por lo tanto, si TODOS evitamos tocar con nuestras manos la mucosa de los ojos, nariz y boca, y mantenemos además SIEMPRE la combinación clave de distancia física + protección facial, evitamos contagiarnos y contagiar a los demás…
SEGUNDA PERSPECTIVA: Efecto de las decisiones sobre el manejo de la pandemia:
- No se ha logrado frenar el aumento de los contagios. Chile se ubica en el lugar 13 de 213 países que registran casos en el mundo, superando hoy incluso a China en el total de casos registrados, pese a la enorme diferencia de población.
- La tasa de nuevos contagios diarios por millón de habitantes ubica hoy a Chile en el primer lugar de Latinoamérica. A nivel mundial, estamos hoy entre los 4 países con mayor número de casos nuevos diarios.
- La letalidad de Chile es apenas algo más del 1%, pero la tasa de fallecidos por millón de habitantes es alta, sobre 50 por millón, tasa superior a la de más de 150 de los 213 países que registran casos.
- Pese a una tasa de 32 test diagnósticos por millón de habitantes, la más alta de Sudamérica junto con Perú, se ha fracasado en aislar los casos detectados y sus contactos, de manera de efectivamente reducir la tasa de contagios.
- Parte de lo anterior radica en la casi nula participación de la Atención Primaria, tanto en la ubicación de casos y contactos como en la generación de estrategias para asegurar el efectivo cumplimiento de las cuarentenas.
- Contribuye también el énfasis primordial en generación de camas críticas y compra de ventiladores mecánicos, siempre con riesgo de agotar sus cupos, más que en estrategias para reducir el contagio y por tanto generar menos pacientes. Ningún sistema de salud en el mundo ha resuelto el problema aumentando las camas críticas y los ventiladores mecánicos, y lamentablemente todo indica a estas alturas que tampoco seremos la excepción.
- Las cuarentenas, medida extrema y que siempre debe ir paralela al testeo para detectar nuevos casos, y al aislamiento de los nuevos casos y sus contactos, al fallar esos dos aspectos, queda como una medida de la que estamos cosechando hasta ahora más sus problemas que sus ventajas, sumado a un bajo cumplimiento de la misma por parte de las personas.
Así mirado, el panorama no es alentador. Los equipos de salud ya estamos siendo sobrepasados, las camas críticas escasean, los nuevos contagios se mantienen en un alto número diario, y estamos con 1.275 muertes a nivel país.
Aún podemos intentar un último esfuerzo, pero requiere reformular la estrategia. Ya el representante de la OMS en Chile reconoció que Chile ha fracasado en el aislamiento de los casos y contactos, y ello impide controlar el avance de los contagios.
Por ahí está la clave para refocalizar los esfuerzos. Trabajo conjunto con toda la Atención Primaria y Municipios en la tarea de testeo y pesquisa de casos, ubicación de contactos, evaluación de las condiciones sociales y económicas de las personas que requieren cuarentena, y derivación a las Residencias Sanitarias para dicho objetivo a todo aquel que lo requiera, con apoyo de la autoridad si es necesario.
Cuarentena total sola no basta.
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