Por:Esteban Valenzuela V. Académico y ex presidente de Comisión Presidencial para la Descentralización 2014
Sobre el pichiruchi listado de eventuales competencias a entregar a las regiones que dictaminó Piñera vía decretos, es importante precisar que es solo cumplir a última hora del lazo que fijo el Parlamento en diciembre del 2017 para que el Gobierno de turno estudiará antes de marzo del 2019 las áreas a traspasar desde Ministerios y no el acto de transferir, además no se han creado las divisiones nuevas de los gobiernos regionales en fomento, transporte y desarrollo social que debieran gestionarlas.
En todos los países se transfieren funcionarios y recursos o se establecen comités intergubernamentales obligatorios para que estas funciones mejoren su gestión. Se listan competencias interesantes en urbanismo y transporte que hacen sentido a la nueva gobernanza metropolitana que estará a cargo de los gobiernos regionales con el consejo de alcaldes.
En lo social se listan proyectos Fosis, que ya hace tiempo priorizan las regiones la localización. Lo de CORFO y Sercotec es apropiado pero humo sin traspaso real de funcionarios y recursos altamente oligarquizados en Santiago sin respeto a las regiones como de vio en el negociado de Bitrán con SQM en el litio.
Debe haber ley de Rentas Regionales y un itinerario de traspaso real porque hasta el 2022 quedó en la ley que es facultad del Ejecutivo el traspaso de potestades.
Seguimos a paso cansino en el régimen “neoportaliano udipiñerista” que no ha escuchado a los regionalistas de RN y de las centro izquierdas.
Las regiones siguen sin nuevas estructuras establecidas por ley como los departamentos de áreas metropolitanas sometidas a la pirinola burocrática de reglamentos de directivos públicos sin voluntad ni experticia ni apremio en el confort de las ocho manzanas, por lo demás hace tiempo podridas para atender los graves problemas en regiones de transporte, medidas ambientales, diversificación económica y brechas sociales.
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